Las mujeres en la Biblia

Las mujeres en la Biblia

Leonor Asilis

Las mujeres en la Biblia fue el título y tema tratado en la recién celebrada en Ultreya el miércoles 7 de junio en el Auditorio Amancio Escapa de la Casa San Pablo teniendo como invitada a la señora Dalila Martínez.

La actividad se inició como de costumbre con la celebración de la Santa Eucaristía y luego de la misma las palabras de bienvenida por María Isabel Lebrón Vocal de Ultreya del Movimiento quien luego de saludar con su habitual sonrisa dio los avisos del movimiento resaltando e invitando a la celebración de los 60 años del Movimiento de Cursillos de Cristiandad en la Arquidiócesis de Santiago en el mes de julio. A continuación invitó a los nuevos integrantes del MCC, los que recién participaron en los Cursillos #900 y #901 en esta ciudad capital.

Llegó el momento de la charla, y la oradora invitada Dalila Martínez luego de saludar hizo una bella invocación al Espíritu Santo e comenzó dando un testimonio de lo que significó en su infancia una conversación con una amiguita del colegio cuando apenas tenía 8 años al preguntar su nombre y decirle que su papá no la quería por la historia de Dalila.

Recordemos que Dalila se recuerda como un símbolo de traición y engaño en la Biblia debido a su papel en la captura y debilitación de Sansón y como al ella llorando reclamó a su padre la razón de esa elección él le había enfatizado que Dalila mostró firmeza en su decisión y actuó en consecuencia. Es por esta anécdota que desde entonces decidió usar también su segundo nombre, diciendo que se llamaba Dalila Altagracia.

Dicho esto comenzó un recorrido por nombres bíblicos de mujeres malas entre las que mencionó a Herodías mujer del hermano de Herodes, pero que vivía con el Rey, y recordó una conversación que tuvo con su sobrina nieta la cual un día conversando con ella relacionó con algunas influencers que no tienen ni promueven valores en su discurso, por el contrario, contaminan a la juventud con la podredumbre de una inmoralidad sin pudor. Aprovechó el escenario para no sólo saludar, sino felicitar a través de convocar un gran aplauso por los muchos jóvenes que no se dejan influenciar por éstas y se mantienen firmes en sus valores y luchan contra estas malas corrientes que desembocan en la perdición de quienes les siguen.

Retomando a las mujeres en la Biblia, la charlista también hizo un recorrido de mujeres buenas con maravillosos testimonios de fe y de valentía: citamos algunas, Abigail esposa del Rey David que salvo a su pueblo por su sabiduría y dominio propio, Ruth, Esther esposa del Rey Asuero, Miriam y su mamá quienes salvaron de la muerte a un bebe, Ana la mamá del profeta Samuel, las hermanas Marta y María, María Magdalena, Judit, Susana, Priscila que ponía su casa a disposición de la evangelización, a Lidia, entre otras. Sin embargo, hizo se detuvo en María la madre de Jesús y madre nuestra y contó su testimonio. Resumimos, ella le pidió al Señor que quería conocer a su madre, y la escucho. Iba descubriendo a María estudiando y orando con la Palabra. Pudo ver a la sierva obediente, creyente, solidaria, servicial, esposa en las buenas y en las malas, madre, educadora, intercesora, sufriente y presente de pie en la muerte de Jesús con el discípulo que Jesús amaba (que no tenía nombre porque el evangelista  no quería señalar a Juan sino a quien escribe este resumen y a usted que nos lee, ya que Jesús nos la entregó desde ese momento como nuestra madre y termino su charla invitando a rezar con Ella el Ave María.