Ha sido una cruzada de mucho tiempo que registra avances contra esquemas y subvaloraciones de raíces profundas pero exclusivamente culturales. En nada son inferiores biológicamente.
Solo diferentes al hombre y sobrecargadas de responsabilidades como madres, amas de casa y cada vez con más presencia en roles productivos que la masculinidad ha ocupado mayoritariamente.
Hoy, Día Internacional de la Mujer, son palpables los progresos de género, aun cuando falta inclinar bastante más la balanza a su favor en tratamientos jerárquicos y salariales porque a pesar de ser ya en casi todos los países las excelencias en formación profesional y técnica, poco existe el reconocimiento equivalente en muchas sociedades. Aun habiendo participado de notables formas por su causa de ser tratadas contractualmente con igualdad, Las estadísticas demuestran que a las mujeres les faltan escalones por ascender.
Existe todavía lo inacabado ante las leyes dirigidas a homogenizar tratamientos políticos, sociales y ocupacionales, logradas con presiones por la igualdad que tienen en la vanguardia al feminismo. Sin ceder ante la dureza de los usos y prejuicios, las mujeres han sido heroínas de emancipaciones que las han obligado al perjuicio de laboriosidades dobles en el hogar y la familia y por su progresiva inserción en medios de producción y funciones de Estado. Admirable y premiable fortaleza.
Víctimas de los engaños
El acceso irregular a las coberturas de la Seguridad Social se revela como práctica de mucha incidencia para perjuicio del sistema y de los propios afiliados. Se engaña a las prestadoras recargando sus obligaciones sin la compensación de los ingresos que con- llevan de acuerdo a la ley y en función del tamaño real de las nóminas, con frecuencia reportadas con falsedad de contenido y de niveles salariales.
Las distorsiones que se traducen en disminución de amparo a los asegurados deben ser enfrentadas con objetividad. Si la debilidad de controles estatuidos permite defraudaciones que aumentan considerablemente los costos operativos de las aseguradoras, ocurre una erosión de recursos que les resta efectividad y equilibrio y lo que más reclama es que el sistema responda cabalmente a las necesidades de sus inscritos.