Las mujeres ganan la partida en “Juego de Tronos”

Las mujeres ganan la partida en “Juego de Tronos”

La fuerza de los personajes femeninos que se interpretan en “Juego de Tronos” ha contribuido a que Emilia Clarke, Maisie Williams y Lena Headey hayan sido nominadas este año al premio Emmy como mejor actriz de reparto en serie dramática.

La candidatura se les ha concedido por dar vida a tres de las mujeres más importantes de la trama de la serie “Juegos de Tronos”, lo que supone un reconocimiento a una interpretación coral, que ya fue distinguida en la pasada edición de los Emmy con el galardón para Lena Headey y el premio a la mejor actriz invitada para Diana Rigg (Olenna Tyrell en la serie).

Emilia Clarke interpreta a Daenerys Targaryen, aspirante desde el comienzo de la saga a recuperar para su dinastía el Trono de Hierro, controlado por Cersei Lannister, que pertenece a la familia más influyente de los Siete Reinos, y a la que da vida la actriz Lena Headey. Maisie Williams es Arya Stark, la hija pequeña de Ned Stark, señor de Invernalia, y hermana de Sansa Stark.

“Juego de Tronos”, mejor drama en la última entrega de los premios televisivos, ha obtenido en esta ocasión 23 candidaturas, entre las que no figura, sin embargo, la de la actriz Sophie Turner, que interpreta a Sansa Stark, que en la sexta temporada de la serie se ha consolidado como una de las figuras más importantes de Poniente.

Las hermanas Stark: dos caras de la misma moneda. Lo único que tenían en común las hermanas Sansa y Arya Stark es que crecieron en Invernalia bajo la amenaza de que “se acerca el invierno”, pero ahora que el lema de la Casa Stark se ha hecho realidad y después de la larga lista de pérdidas y abusos sufridos, ambas están más cerca de lo que nunca estuvieron. Aunque sus caminos no han vuelto a cruzarse desde el principio de la serie, las dos han perdido la inocencia.

Independiente, noble e ingeniosa, la pequeña Arya destaca por su fuerte carácter y por creer que puede forjar su propio destino. Arya Stark rechaza la idea de casarse por influencia y poder y aborrece las aficiones consideradas femeninas como el bordado, la música o el canto que caracterizan la educación recibida por una futura “lady”.

Su afición por la caballería, la lucha y las espadas le será muy útil en el largo camino para reencontrarse con su familia, en el que la noble Arya hace suyo el lema “Valar Morghulis” (“Todos los hombres deben morir”) con la lista de todas las personas a las que quiere ver muertas, y que una vez vengada la “Boda Roja”, está más cerca de completar.

Tras convertirse en asesina tras su convivencia con Sandor Clegane, “El Perro”, y su estancia en el templo de los Hombres sin Rostro, Arya no ha olvidado que es una Stark, como tampoco lo ha hecho Sansa, a pesar de los matrimonios de conveniencia a los que se ha visto forzada, primero con un Lannister (Tyrion) y después con un Bolton (Ramsay), familias responsables de la muerte de sus padres y su hermano Robb. La niña preocupada únicamente por ser la princesa perfecta, cambia radicalmente tras pasar por Desembarco del Rey, y entrar en contacto con Petyr Baelish, “Meñique”, comprende en qué consiste el “juego de tronos”. Con la inteligencia y la firmeza heredadas de su madre, Catelyn Stark, Sansa comienza su partida y de paso su venganza, empezando por el sádico Ramsay Bolton. La exitosa serie “Juego de Tronos”, que fue tildada de misógina por el exceso de desnudos femeninos y los abusos a los que se han visto sometidas algunas de sus protagonistas – las violaciones sufridas por Cersei y Sansa han sido los más polémicos-, otorga un papel principal a las mujeres en un mundo de guerra.

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