Las múltiples negociaciones con Venezuela

Las múltiples negociaciones con Venezuela

Las presiones que se están ejerciendo contra el régimen venezolano tienen lugar en cuatro ambientes diferentes y bajo estrategias también distintas.
Primero está la presión bilateral del gobierno de Donald Trump, quien en su discurso en Naciones Unidas colocó al gobierno de Nicolás Maduro y a su “dictadura socialista” en el mismo nivel de importancia que los regímenes de Corea del Norte e Irán. Sus presiones las ha estado ejerciendo a través de medidas que, por un lado, perjudican el negocio petrolero estatal venezolano (PDVSA) y, por el otro, va directamente en contra de los bolsillos de los principales funcionarios del régimen con plata en Estados Unidos.
Refiriéndose a Venezuela Trump dijo: “No podemos permanecer quietos”. Ya antes había insinuado una intervención militar la cual fue criticada por todo el continente. La semana pasada, durante la Asamblea Anual de Naciones Unidas, Trump invitó a cenar a los presidentes de cuatro países latinoamericanos que se han caracterizado por su abierta hostilidad hacia Maduro: Panamá, Colombia, Brasil y Perú. Pedro Pablo Kuczynski no pudo asistir debido a la crisis que le ha creado el Parlamento controlado por la hija de Fujimori.
Segundo está el “Grupo de Lima”, compuesto por los cancilleres de las grandes democracias latinoamericanas (Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Paraguay, Panamá y Perú), quienes en un encuentro en Lima decidieron reunirse de nuevo en New York la semana pasada durante la Asamblea de Naciones Unidas. Entre ambas reuniones tuvo lugar la de Santo Domingo con el gobierno de Maduro y la oposición venezolana.
Tercero está la cancillería dominicana, junto con José Luis Rodríguez Zapatero, quienes auspiciaron la reunión entre el gobierno de Maduro y la oposición. Allí se decidió celebrar una segunda reunión, el 15 de octubre, a la cual serán invitados, como acompañantes, varios países. La oposición eligió a México, Chile y Paraguay (ninguno de cuyos presidentes fue invitado por Trump a su cena) y Maduro seleccionó a dos países afines al chavismo: Bolivia y Nicaragua, faltando un tercero que podría ser El Salvador, Cuba o un miembro de Caricom beneficiario de Petrocaribe. El Departamento de Estado felicitó al gobierno dominicano por la iniciativa de reunir a los dos contrincantes y Rodríguez Zapatero, coincidiendo con la reunión de Naciones Unidas, viajó de nuevo a Caracas para proseguir con sus gestiones. Por razones de política interna dominicana, Leonel Fernández ha sido excluido, cuando antes formaba parte de la comisión que encabezaba Rodríguez Zapatero y que incluía a un ex presidente de Panamá.
En cuarto lugar está la presión europea. Horas antes de la reunión en Santo Domingo el canciller francés en París le habló muy duro y públicamente al canciller de Venezuela y Emmanuel Macron durante la reunión de Naciones Unidas hizo referencia a “presiones colectivas” contra Maduro y cómo no se debería de permitir el fortalecimiento de tendencias dictatoriales en Venezuela.
Las tenazas norteamericana y europea presionan cada día más a Maduro quien, para ganar tiempo, busca fortalecer sus relaciones con empresas estatales rusas y chinas.
En un quinto escenario que hoy luce apagado -la OEA-, mientras democracias latinoamericanas fustigaban a Maduro, el gobierno de Danilo Medina se declaraba neutral presumiblemente para no malograr sus posibilidades de ser país sede de unas negociaciones que cada día más reflejan las presiones europeas, norteamericanas y del Grupo de Lima.
En una reunión que tuvo lugar con motivo de la Asamblea de Naciones Unidas sobre cómo ayudar a las islas pequeñas del Caribe enfrentar los costos de las reparaciones con motivo de huracanes, se habló de un seguro auspiciado por los países ricos, pero que no consiguió respaldo. Danilo Medina, principal participante en esa reunión, declaró que aunque su país había evitado el grueso de los costos de huracanes recientes, aún así, debido al cambio climático “teme un futuro con playas devastadas que cancelarían años de inversión”.
Aunque periódicos como el New York Times destacaron la participación de Medina, nada salió en nuestra prensa local. ¿Para qué tiene Palacio Nacional un Departamento de Prensa que viaja con el presidente?

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