A pesar de que los productores de naranjas de la región Este del país tienen fe de que saldrán adelante, compitiendo en un acuerdo comercial con Estados Unidos, uno de los más grandes productores de cítricos del mundo, la producción local de este rubro ha caído notablemente por la enfermedad de la tristeza.

El productor, Juan Barceló Salas, presidente de la empresa Citrícola del Este, advierte que por esa causa, la producción nacional de naranjas ha caído en más de un 25%.

Según Barceló Salas, desgraciadamente esta enfermedad ha acabado con muchas plantaciones de esta fruta, especialmente las más susceptibles, que son las fincas de patrones o variedades de naranja agria.

Sin embargo, el productor entiende que la agroindustria de los cítricos se está reponiendo a pesar de este revés.

En este sentido, Barceló Salas advierte que es muy poca cosa lo que puede hacer el gobierno para combatir la enfermedad, aparte de orientar, porque esta no es una plaga, sino un virus que afecta las plantas que son susceptibles, es decir, de las variedades que se sembraban tradicionalmente en el país.

«No obstante, ya hemos incursionado en la siembra de patrones que son resistentes a ese virus y estamos repoblando el país de nuevo, con plantas de patrones o variedades resistentes. Y hay que agregar que en este trabajo ha habido algo de orientación oficial», dijo.

[b]Hace falta investigación[/b]

También, Barceló Salas advierte que hace falta investigación para aumentar la competitividad de los productores nacionales.

«Esto significa que las perspectivas de este cultivo son escasas, cuando se tiene que competir con un país altamente desarrollado, y que tiene una larga tradición en cuanto a políticas de promoción de las exportaciones, o de subsidios a la producción», señala.

Para este productor, en estos casos se puede creer que pueda existir una competencia desleal, más allá de la producción de estos países.

Barceló Salas entiende, además, que en otros países se subsidia la producción y las exportaciones y por tanto, debe haber recursos frescos para que se inviertan aquí en tecnología y que los gobiernos deben gastar para preparar a sus productores.

«Y eso nos falta, o sea, prepararnos en este sentido», sentenció el productor.

Según Barceló Salas, por lo pronto, en el país no se cuenta con recursos para hacer esta labor tecnológica y poder desarrollar aquí campos experimentales de investigación, «para ver cuáles son las variedades de más alto rendimiento, como se hace en otros países para adaptarla al clima tropical, ya que las naranjas se dan mejor en los climas subtropicales».

«En este orden, hemos conseguido una alta productividad, pero nos falta invertir gran cantidad de recursos en investigación para seguir desarrollando esta parte, y en eso el Estado debe de ayudar a los productores nacionales», dijo.

[b]Competitividad y el TLC[/b]

De acuerdo a Barceló Salas, las negociaciones comerciales se han llevado a cabo para proteger los productos sensibles y que estos tengan un plazo de desmonte, «y ahora llegó el momento para nosotros, como país, de prepararnos para cuando venga la apertura total de los mercados».

Para el productor, con el nuevo acuerdo firmado con los Estados Unidos (EEUU), la mayoría de los productos sensibles tienen un plazo hasta de 15 años para realizar el desmonte, «lo cual es necesario».

«Ahora tenemos que concentrar esfuerzos para mejorar el entorno productivo nacional, para que nuestra competitividad sea la adecuada y podamos subsistir después de una apertura de los mercados», dijo.

Añadió que, sin embargo, esto solo se lograría con políticas de créditos blandos para la agropecuaria, tecnología y todo lo que sea necesario para que el país pueda mantenerse como productor en muchos renglones de la agricultura.

[b]Protección[/b]

Barceló Salas explica que tanto las naranjas como el jugo concentrado elaborado con este producto, tienen una protección de 15 años para realizar el desmonte arancelario.

Según entiende, en síntesis, los cítricos han sido protegidos, especialmente las naranjas, que es uno de los rubros más sensibles de este grupo, puesto que EEUU es un gran productor de esa fruta.

«Mientras tanto, hay otros cítricos que no han sido protegidos, porque no es necesario, es decir que podemos competir hoy en día con ellos, tal como están», afirmó el productor.