La Sociedad Dominicana de Neurología y Neurocirugía celebró la pasada semana su XXVII Congreso Internacional de las dos especialidades que agrupa nuestra entidad de neurocientistas. Este fue un exitoso evento de la directiva 2018-2020. En las palabras de bienvenida nuestro presidente, el Dr. Freddy Antonio Reyes Lebrón señaló entre otras cosas: “En este espacio científico-académico “Nuevos Horizontes en Neurociencias” tendremos el honor de contar con especialistas nacionales e internacionales que disertarán sobre los diversos temas contenidos en nuestro programa, resaltando patologías como epilepsia, accidentes cerebro-vasculares, neuroncología, columnas, Parkinson, movimientos anormales, entre otros. Agradecemos y contamos con cada uno de ustedes para hacer inolvidable esta cita anual que representa nuestro congreso internacional de neurología y neurocirugía y esta nueva oportunidad de compartir. Les deseo que estas sesiones neurocientíficas sean del máximo provecho. Un fuerte abrazo”.
La actividad, de una muy alta calidad científica, fue llevada a cabo en el centro de convenciones del hotel Paradisus, Palma Real de Punta Cana. Estuvo dedicado este año al distinguido colega neurólogo el Dr. Virgilio de Peña Añil, quien es un académico a carta cabal con muchos años en la labor docente y en particular en el campo de la neuroanatomía; él es considerado una autoridad en este campo en toda Latinoamérica. Doy fe de esto en razón de que laboramos juntos como ayudantes de profesores (monitores), de lo que en su momento fue el Departamento de Neuroanatomía más importante del país. Al homenajeado dar las gracias por el reconocimiento hecho a él esa hermosa noche, describió una revisión de la enseñanza en el mundo de la neurotomía. Voy a citarlo en lo concernirte a esos años de oro” de la neuroanatomía en el país: “en la República Dominicana, específicamente en la Escuela de Medicina de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, la neurotomía seguía enclaustrada, repitiéndose una y otra vez igual, como décadas atrás. El año 1970 (aproximadamente) fue el “annusmirabili” para la neuroanatomía dominicana, debido al retorno de varios neurocirujanos de centros de excelencia extranjeros. La incorporación a la docencia de los neurocirujanos: Dres. José Joaquín Puello, Osvaldo Marté Durán y Sonia Fermín, junto a los neurólogos Dres. Ángel Carrasco, Ubaldo Domínguez, Oscar Tejada y Julio Hernández Luperón, representó un salto cualitativo extraordinario.
Los especialistas arriba citados fueron los primeros profesionales de neurociencias que enseñaron con ciencias básicas. Este hecho, que actualmente nos llama la atención, determinó un enfoque orientado hacia las aplicaciones médicas. Los cambios alcanzaron la enseñanza práctica en el Instituto de Anatomía. El sótano del Instituto de Anatomía y muy especialmente la sala del fondo, tras la puerta verde, que representaba “el sanctasanctorum” fue una verdadera escuela de inmersión. Un lugar de estudio intensivo con disección diaria incluso los sábados, feriados y vacaciones. Un aspecto notable fue la camaradería que existió entre los que fuimos monitores, la que sumada a su gran dedicación se expresó no como competencia sino como verdadera emulación.
El primer grupo de monitores que recuerdo estaba integrado por los hoy neurocirujanos Fernando Sánchez Agramonte (reconocido el pasado año por nuestra Sociedad), Luis Taveras Lucas y Rolando Álvarez. Después se unieron individuos de la talla del hoy Académico José A. Silié Ruiz (en un futuro no muy lejano será, Lord Silié), el hoy destacado nefrólogo Dr. José Juan Castillo y el prominente Dr. Secundino Ramírez Torrens. Más tarde, desde anatomía pasaron los nombrados Máximo Mateo Sánchez y Cristian Montero (ambos fallecidos) y luego un servidor. Más tarde se incorporaron el hoy gran neurocirujano Dr. Pedro Pablo Díaz Vásquez y el actual Neurólogo Dr. William Acosta”.
El reconocido neurólogo, expresó esa noche en su discurso un profundo respeto y admiración al Dr. Osvaldo Marte Duran. Quiero también públicamente adherirme a ese reconocimiento para ese maestro, gran neurocirujano y un ser humano excepcional, a quien agradezco el espaldarazo para yo publicar en esos años de fragor juvenil como monitores envueltos en la enseñanza de la neuroanatomía, y por igual correspondo obligado el apoyo del Dr. José Joaquín Puello, a ambos muy queridos profesores, debo en aquel entonces la publicación de mi primer libro: “Guía Práctica de Neurotomía”. Este Congreso de neurocientistas en Bávaro fue un homenaje para la historia de la enseñanza de la neuroanatomía en nuestro medio y quedó establecido esa noche un justo reconocimiento al prometiente colega Dr. Virgilio De Peña, neurólogo macorisanoa quien agradezco su gentileza, por hacerme intempestivamente y en nuestro terruño un “Lord inglés”, ¡un abrazo fraterno!