Las niñas indocumentadas

Las niñas indocumentadas

Antes que naciera el presente siglo hace 16 años, conocí el caso de una pareja de extranjeros que pretendía adoptar a una niña hija de una madre soltera que por haberla parido cuando tenía 13 años y no tener cédula, porque a esa edad no se emite el documento, la niña no tenía acta de nacimiento.
Quien hacia la gestión para obtener el documento era la abuela, una señora de 35 años, la cual tan poco había declarado a su hija porque también era menor cuando la trajo al mundo. Estamos ante un caso que en pleno año 2000 parecía algo insólito y al ahondar en la investigación descubrimos que una gran cantidad de personas no existían porque no figuraban en el registro civil. Estamos ante una cadena de tres eslabones, la abuela, la madre y la nieta, ninguna tenía documentos, por suerte la bisabuela de la niña estaba viva y debieron rastrearla en un campo de San Francisco de Macorís, buscar en la parroquia la fe de bautismo y por ahí iniciar el proceso de declaración de la madre, la hija y la nieta para ver si se podía consumar la adopción.
En ese momento la opinión pública se hizo eco de la gran cantidad de indocumentados-no solo haitianos- y varias instituciones incluyendo las iglesias contribuyeron para documentar a muchas personas que estaban impedidas de ejercer sus derechos ciudadanos hasta para ir a la escuela. Ninguna de las tres había ido a la escuela por la misma razón.
Pensé que eran males del siglo pasado, pero no, acabo de conocer el caso de un niño de 4 años, un mulato precioso con unos bellos ojos azules, con una sabiduría fuera de serie y le pregunté a la abuela, muy joven también, si el niño estaba en la escuela y me dijo que no, que todavía porque la madre era menor de edad y no tenía cédula.
Esta abuela tenía documento porque para las elecciones “los compañeros” la ayudaron- eso me dijo-, pero no está alfabetizada, ni ella ni su marido y es una pareja de poco más de 40 años de edad ambos. Ahora con el informe de UNICEF sobre la niñez en el país, fluye el dato de que 175,300 menores de 5 años no están registrados, que más del 21 por ciento de las menores entre 15 y 19 años han estado embarazadas, que más de 20 mil niñas menores de 15 años han tenido un hijo, que 11,7 por ciento se han casado o unido antes de cumplir 18 años.
Los datos que aporta el estudio de UNICEF valida la primera historia de esta entrega. Creo que es una perversidad y una negación de derechos que a estas alturas de la era del conocimiento tengamos esos números que dan vergüenza.
El registro civil debe crear un mecanismo para que los nacidos de madres menores tengan un registro provisional que se complete cuando la las condiciones de la madre-menor cambien para que no queden en un limbo.
Estos indicadores sociales distan mucho de los del crecimiento económico que exhibe el país. Un crecimiento sostenido de la economía no es para que estemos compitiendo un segundo lugar con el país más pobre de la región.

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