Las niñeras: ¿sustitutas o soporte?

Las niñeras: ¿sustitutas o soporte?

Resulta  una costumbre entre las jóvenes madres de hoy asistirse cada vez más por niñeras en el proceso de crianza y desarrollo psicológico de sus  hijos.

Y es cierto que se precisa de un soporte  en este proceso, sobre todo para aquellas madres que laboran fuera del hogar, incluso para las que no lo hacen. Pero se está distorsionando el papel que juegan las niñeras en ese proceso tan delicado como lo es la etapa de desarrollo y crecimiento físico y mental de los hijos. Madres de niños en edades que oscilan entre los dos  y  diez anos delegan en las niñeras tareas como la de llevar a sus hijos al pediatra. Teniendo  los galenos  que lidiar con las niñeras  situaciones que corresponden exclusivamente a los padres.

Explicaciones médicas concernientes a la salud de los hijos solo podrán ser recibidas e interpretadas por los padres.  Por buena que sea la formación de una niñera, no deberá asignársele a ella tan delicada encomienda.

Esta práctica no solo acarrea consecuencias negativas en el aspecto físico también, y sobre todo, en el psicológico.¿Cuántos niños llegan a la adolescencia sin haber entrado en real conexión con sus padres?

Cuántos adolescentes no se ven acorralados por situaciones que, de seguro, tienen solución.

El contacto con los padres, el rol que éstos deben desempeñar en el proceso de desarrollo físico y mental de sus hijos, es insustituible.

Y esa etapa de formación suele pasar tan rápido que cuando deseamos dedicarle el tiempo que hoy les estamos negando, ya es tarde.

Las consecuencias de esa desatención la estamos viendo día a día. Con finales, en ocasiones, trágicos.

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