El esclavismo está prohibido en todas las sociedades civilizadas. Se ha establecido que los cuerpos humanos no debían ser comercializados como mercancía. Sin embargo el capitalismo ha instituido reglas mediante las cuales se pueden vender y comprar partes o características de los individuos.

Por ejemplo, las preferencias y los gustos han llegado a convertirse en algo comerciable. El ambiente de los medios de comunicación es el mercado de la preferencia humana. Allí se comercia con lo que atrae y lo que se rechaza. Llamémosle publicidad.

La mayoría de las personas da por cierto mucho de lo que le dan a conocer por la televisión, la radio y la prensa. Ésa ingenuidad proviene de que el público en general desconoce quiénes son los propietarios de cada medio de comunicación, así como no sabe de sus vínculos con el poder económico de la nación. La tan publicitada libertad de expresión es un mito que sólo funciona adecuadamente para el sistema político vigente.

De ahí que la elaboración de la opinión pública sea una cuestión de Poder que se ha convertido en nuestras sociedades en una razón de ser. Modelando la forma de pensar de los ciudadanos se ejerce la dominación que permite mantener privilegios y ventajas. De ahí que se informen o se callen las informaciones que benefician o perjudican a los propietarios de los medios y a los detentadores del poder político.

En Estados Unidos, país que se levanta como estandarte de la libertad de expresión, se ocultan todas aquellas informaciones que, de alguna manera, perjudican al sistema político predominante. Las 25 noticias más censuradas por los grandes medios durante este año desenmascaran al sistema. En el libro “Censored 2012”, publicado en Nueva York por la editorial Seven Stories, Peter Phillips, presidente de la Fundación para la Libertad de los Medios “Proyecto Censurado” y profesor de la Sonoma State University de California, dijo que 105 académicos y 244 estudiantes de 19 universidades participaron en la elaboración de los contenidos de este nuevo anuario sobre la censura, el cual se publica en Estados Unidos desde hace más de tres décadas.

Los mayores encubrimientos noticiosos fueron:

1- Mueren más soldados de Estados Unidos por suicidio que en combate;

2- Operación de espionaje de Estados Unidos para manipular redes sociales;

3- Obama autoriza campaña internacional de asesinatos;

4- Se expande la crisis global alimentaria;

5- Empresas de prisiones privadas financian las leyes anti-inmigrantes;

6- ¿Espionaje de Google?

7- El Ejército de Estados Unidos realiza el más grande experimento sicológico;

8- El cuento de hadas de la energía atómica limpia y segura;

9- Estados Unidos patrocina tecnología militar para modificar el clima;

10- Desempleo real en Estados Unidos: uno de cada cinco trabajadores;

11- El horroroso tráfico de mujeres iraquíes;

12- Vertedero de basura en el océano Pacífico ¿Realmente creyó que los plásticos son reciclados?

13- ¿Se utilizará un “estado de emergencia” para reemplazar la Constitución?

14- Continúa en Kenya la presión familiar para mutilar órganos genitales de niñas;

15- Los grandes contaminadores ambientales están exentos de supervisión y control;

16- En China fabrican el “iPod” mientras los trabajadores sufren;

17- Las bacterias “superbug” se esparcen por todo el mundo;

18- Monsanto trata de beneficiarse del terremoto de Haití;

19- Oxfam denuncia cómo la ayuda internacional privilegia propósitos políticos;

20- Estados Unidos pretende censurar etiquetas que denuncien los alimentos transgénicos;

21- Enfermedad de Lyme: una epidemia emergente;

22- Presupuesto participativo: un método para empoderar a ciudadanos y a comunidades;

23- Movimiento mundial para prohibir el cobro por el uso de bolsas plásticas;

24- Dakota del Sur toma medidas extremas para ser el Estado anti-aborto por excelencia;

25- Llevan a Libia proyectiles antitanques con uranio enriquecido.

Visto lo anterior, no estaría de más que, antes de creer en lo que se difunde, tratáramos de enterarnos quiénes son los propietarios de los medios de comunicación a los que les dedicamos la mayor parte de nuestra atención diaria. Además, indagar cuáles son sus vínculos con los mecanismos del poder político y los grandes intereses empresariales. De esta manera, podríamos detectar con mayor facilidad lo que nos ocultan, que casi siempre es más importante que lo que nos informan.