Las nuevas provincias no descentralizan

Las nuevas provincias no descentralizan

Otra vez surgen en el Congreso Nacional quienes quieren fraccionar aún más nuestro territorio bajo la forma de nuevas provincias, que ya son 32, y unos 250 distritos municipales.

La reforma del año 2001 que recreó la provincia de Santo Domingo, tuvo por objetivo principal la descentralización municipal de un macromunicipio muy diverso y arrabalizado, deslindando la sede de la Capital, como Distrito Nacional, que es de todos, de un territorio ya muy poblado que merecía ser tratado como las demás provincias; lo que sin ser una panacea resolvió problemas de identidad, representación y ordenamiento en esa nueva demarcación.

Ahora se trata de justificar la creación de dos nuevas provincias en el Gran Santo Domingo, por su “excesiva” población, la conveniencia de la descentralización, y la lejanía relativa de partes de su territorio del municipio cabecera, así como por la inadecuada distribución de los recursos entre sus municipios. Veamos esos argumentos.

1. Tenemos 32 demarcaciones de nivel provincial en poco más de 48 mil Km2, mucho más que en naciones como Canadá, China y Argentina con millones de Km2, para solo mencionar tres, lo cual no tiene sentido, sobre todo en un país unitario y presidencialista donde solo hay dos niveles de gobierno: el nacional y el municipal. Los gobernadores provinciales no tienen más atribuciones y recursos que los que le ofrece el Presidente y si se les diera poder e independencia solo complicaría y encarecería la administración pública, pues el Presidente nombraría a sus delegados para representarlo.

2. Sí se cometiera el error de crear provincias por razones de población, habría que seguir dividiendo el país en pedacitos cada vez menores, algo único en el mundo.

3. Las provincias no suponen un nivel de descentralización, como son los municipios, sino de simple desconcentración por delegación del poder Ejecutivo, sin presupuesto propio, pero con vocación de restarle poder a los cabildos.

4. No hay en el país una provincia que tenga su territorio más cercano y accesible al municipio cabecera que la de Santo Domingo. Desde Santo Domingo Oeste basta tomar las avenidas Jacobo Majluta y Charles de Gaulle. Es posible la instalación de salas de Tribunales de Primera Instancia al Oeste y al Norte con el ordenamiento actual; nada hay que buscar en la provincia, pues el actual Gobernador solo puede sin recursos asistir a inauguraciones y despedir al Presidente en los Aeropuertos.

5. El presupuesto nacional no se atribuye por provincias, sino por prioridades y población, de manera que tampoco ayuda.

6. Además de un Gobernador inútil, un Senador súpernumerario y los cargos, de nada servirían las propuestas provincias Sánchez y Mella, que no sea confundir a la población y añadir cargos burocráticos que reducirían la capacidad del gobierno para una correcta administración.

7. Lo que sí debe hacerse sin demoras es fortalecer las 10 regiones del país para coordinar el desarrollo socioeconómico de estas con las provincias vecinas, y desconcentrar administrativamente las grandes ciudades en sectores afines, en distritos administrativos, con profesionales no electos, a fin de procurar educación, salud, transporte y otros servicios para cada sector, que hagan más fácil la vida de sus poblaciones.

De eso escribiremos en otra ocasión.

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