Las obras de arte en la decoración

Las obras de arte en la decoración

Las obras de artes ambientan  los espacios domésticos contemporáneos. La presencia de cuadros de la plástica en lugares como los dormitorios o en los salones de estar dentro de la casa, aumentan cada día, debido a la democratización de las manifestaciones artísticas.

Las galerías y el resto de circuitos de exposición tutean a unos clientes que no son ni coleccionistas ni inversores; sólo son individuos con un excelente gusto por la estética que le hacen guiños al arte y que desean trasmitir a través de los lienzos que sustentan las paredes su visión particular de la belleza.

Antes, adquirir una pieza atribuida a un pincel con nombre y apellidos era símbolo de estatus, hoy  día, más personas compran arte no por su valor, sino por el mensaje. Así, las composiciones van dejando atrás ese misticismo de antaño para adecuarse a unas necesidades más reales centradas en el “o gusta y combina, o no gusta y no combina». La identificación es el factor clave que hace que alguien se enamore de determinada expresión cromática y se decida a comprarla a toda costa. Jugando con el espacio.

Por otro lado, es la pintura la que se adapta al espacio, no al revés. Es posible solicitar cuadros a medida y apostar por una selección de colores en función de los tonos que visten el ambiente donde serán colocados, con lo que el arte se pone a las órdenes del interiorismo. En este sentido, viendo fotos de las estancias que quieren ornamentarse con elementos artísticos de este tipo. Así pues, la pintura en la decoración de un hogar imprime carácter, una obra en un espacio marca la originalidad y el carácter de su dueño.

La simetría juega un papel fundamental en su producción y en el ambiente que protagoniza  la casa.

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