Las obras educativas y caritativas católicas deben ser “católicas”

Las obras educativas y caritativas católicas deben ser “católicas”

CIUDAD DEL VATICANO, ZENIT.org. Juan Pablo II pidió este jueves a las obras educativas y caritativas católicas que sean “católicas en su propia comprensión y católicas en su identidad”.

Así lo explicó en el discurso que dirigió a los obispos estadounidenses de las provincias eclesiásticas de Portland en Oregón, Seattle y Anchorage, que concluían su quinquenal visita “ad limina apostolorum”.

Las instituciones educativas y caritativas de la Iglesia, comenzó aclarando el Santo Padre, “existen por una sola razón: proclamar el Evangelio”.

“Su testimonio siempre debe nacer ¢ex corde Ecclesiae¢ , del autentico corazón de la Iglesia —añadió—. Es de suma importancia, por tanto, que las instituciones de la Iglesia sean genuinamente católicas en su propia comprensión y católicas en su identidad!”.

“Aquellos que participan en los apostolados de estas instituciones, incluidos aquellos que no tiene fe, deberían mostrar un aprecio sincero y respetuoso por la misión que constituye su inspiración y su profunda razón de ser”, consideró el Santo Padre.

“Las numerosas instituciones de la Iglesia en Estados Unidos —escuelas, universidades, hospitales y agencias caritativas— no sólo deben ayudar a los fieles a pensar y a actuar plenamente según el Evangelio, superando toda separación entre fe y vida, sino que deben ofrecer además un testimonio institucional claro de la verdad salvadora”, explicó.

“Esto exige volver a examinar constantemente sus prioridades a la luz de su misión y ofrecer un testimonio convincente, en una sociedad pluralista, de la enseñanza de la Iglesia, en particular con respecto a la vida humana, el matrimonio y la familia, y de la ordenación correcta de la vida pública”, añadió.

Por lo que se refiere en particular a las instituciones educativas, el obispo de Roma recalcó que “sólo podrán contribuir eficazmente a la nueva evangelización si defienden y fomentan claramente su identidad católica”.

“Esto implica que los fundamentos de la educación que imparten deben hacer referencia constantemente a Jesucristo y su mensaje, tal y como lo presenta la Iglesia en su enseñanza dogmática y moral”, subrayó.

“Es más —reconoció—, una auténtica educación católica promoverá una integración del conocimiento en el contexto de una visión de la persona humana y del mundo que está iluminada por el Evangelio”.

Por lo que se refiere a la presencia de la Iglesia católica en la educación secundaria, el Santo Padre recalcó la necesidad de apoyar la obra de las «escuelas parroquiales” que “han hecho mucho para ofrecer una sólida educación académica, moral y religiosa a muchos estadounidenses, católicos y no católicos”.

Estos principios también son válidos para los hospitales y obras caritativas católicos, reconoció por último el Papa, quien pidió establecer políticas «en total conformidad con la enseñanza moral de la Iglesia en las organizaciones de asistencia sanitaria católicas».

“Cada uno de los aspectos de su vida debe reflejar su inspiración religiosa y su íntima unión con la misión de la Iglesia de llevar la luz sobrenatural, la curación y la esperanza a hombres y mujeres de todos los estados en su peregrinación terrena”, concluyó.

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