Las ONG consideran que el acuerdo obliga a una economía baja en carbono

Las ONG consideran que el acuerdo obliga a una economía baja en carbono

París. Las principales ONG consideraron que el compromiso climático propuesto en la cumbre de París (COP21) es un giro “histórico” que hace irreversible la transición a una economía baja en carbono, aunque a partir de ahora hay que presionar a gobiernos y empresas para cumplirlo y elevar sus ambiciones.

“El trabajo está lejos de estar terminado”, previno el director ejecutivo de Greenpeace, Kumi Naidoo, al comentar ante la prensa en París el documento presentado por el presidente de la COP21, el jefe de la diplomacia francesa, Laurent Fabius.   Naidoo puso el acento en que “la lucha continúa a partir de mañana”, porque hay que presionar a los gobiernos no sólo para que cumplan con los compromisos que han adquirido, sino también para “elevar el nivel de ambición».

No obstante, reconoció que con el documento que va a ser sometido a las 196 delegaciones representadas en la cumbre de París, y en particular con la fijación de un objetivo para limitar el calentamiento global a 1,5 grados para finales de siglo, están “las herramientas” para una transición a una economía baja en carbono y para el abandono de las energías fósiles.   “Es un acuerdo histórico que incluye a todos los países del mundo, que por primera vez se comprometen a reducir las emisiones y a actuar frente al cambio climático”, destacó Mohamed Adow, de Christian Aid.

Adow añadió que haber logrado un compromiso constituye “la entrada en una nueva era en la que el cambio climático se toma de una forma más seria. Ahora es inevitable para todos los países entrar en una transición a un camino de bajas emisiones. Si no lo hacen voluntariamente, se verán obligados».   Tim Gore, de Oxfam, coincidió en que el hecho de establecer la meta de contener el calentamiento en 1,5 grados centígrados “es una victoria moral importante”, pero que necesita “un aumento de la acción en los próximos años».

Gore lamentó como una “gran decepción” que en lo referente a la adaptación a las consecuencias del calentamiento climático no están claras las garantías para su financiación.   En esa misma línea, el representante de Greenpeace constató que “en la cuestión de la financiación, el texto final (había) quedado aguado” en las últimas horas de negociación.

Samantha Smith, de WWF, destacó como “muy positivo” que se haya formalizado el objetivo de 1,5 grados de aumento de la temperatura en el horizonte de 2100 porque supone una señal para los gobiernos que “han reconocido la crisis” climática y que “el problema es serio».   “Ahora lo que necesitamos son acciones” para reducir las emisiones y poder disponer de más dinero para la adaptación y la mitigación, añadió Smith, quien hizo hincapié en que no se puede esperar y que antes de 2020 habría que fijar objetivos más ambiciosos para cumplir con los 1,5 grados.

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