Las ONG, instituciones que ejecutan políticas sociales

Las ONG, instituciones que ejecutan políticas sociales

El miedo a que haya una reducción del gasto social se justifica. En  educación la inversión bajó de 2.20% en el 2007 a 2.08% como proporción del PIB en el 2008, mientras que en salud el descenso fue de 1.60 a 1.59%.

 En ese panorama, las Organizaciones sin Fines de Lucro (OSFL) podrían convertirse en el instrumento por excelencia para la ejecución de políticas sociales que tiendan a disminuir la pobreza  y a aspirar a mejores condiciones de vida en su propio terruño, sin abandonarlo por vía de las yolas. Estas organizaciones recibirán, en el 2009, un aporte del 0.3% de los fondos públicos indicados en el Presupuesto Nacional… una cantidad muy pírrica para sus amplios resultados.

Desde la lógica social  Suelen decir los campesinos que “para muestra un botón”. En el caso de las OSFL presentamos tres botones: Mujeres en Desarrollo (MUDE), Instituto Dermatológico y Cirugía de Piel Doctor Huberto Bogaert Díaz  e Instituto de Ayuda al Sordo “Santa Rosa”, representan diferentes vertientes de la inversión social. Sus directivos hablan de la importancia de los recursos públicos en sus trabajos.

Mujeres en Desarrollo (MUDE)  Para Rosa Rita Alvarez, directora ejecutiva de MUDE, el aporte estatal es muy importante porque tiene la utilidad de convertirse en contraparte de las agencias que apoyan la institución. “El Estado debe entender que nuestras instituciones son unas aliadas, sobre todo este tipo de instituciones de ejecución, somos aliadas, digamos perfectas”, expresa.

El Estado, a su entender, tiene limitaciones para llegar a determinados segmentos sociales. ”Nuestras instituciones llegan a poblaciones donde las más de las veces el Estado no llega, porque son poblaciones alejadas, poblaciones  muy especificas o especiales, poblaciones muy vulnerables“.

En el caso de MUDE, el aporte estatal alcanzó  en el 2008 seis millones de pesos, los cuales fueron destinados a todas sus áreas de trabajo, especialmente al programa social (que tiene integrado lo que es salud y nutrición, infraestructura y saneamiento, y ecología y medioambiente, con el correspondiente fortalecimiento de las redes de organizaciones de base).

En La Vega, Bonao, Jarabacoa, Constanza, Santiago, Espaillat, Montecristi, Santiago Rodríguez y Dajabón, en Baní, Azua, Barahona, Bahoruco, Pedernales, Independencia y San Juan de la Maguana, MUDE llega, con diferentes proyectos, a 350 asociaciones de mujeres, unas 30 mujeres por asociación. Esto impulsa la creación de redes, su fortalecimiento y permite impactar positivamente la vida de unas 90 mil personas por año que implantan huertos, adquieren conocimientos sobre cómo nutrirse con lo que tienen disponible en la zona, aprenden a negociar con sus maridos, aprenden a decidir sobre el número de hijos que quieren por familia, mejoran sus microempresas, aprenden a cobrar…

“¿Y eso es importante? ¡Importantísimo! Es su escuela, su universidad, su apoyo…”, indica Alvarez.

Instituto de Ayuda al Sordo “Santa Rosa”

“El solo hecho de recibir un apoyo es importante, porque contribuye con los programas que el instituto desarrolla, pero realmente el aporte es muy pequeño. En el 2007 el aporte oficial significó aproximadamente un 15% del presupuesto. El aporte de entidades internacionales alcanzó aproximadamente un 25% del presupuesto en el 2007. El instituto como tal generó ingresos por venta de servicios, equivalentes al 50% de su presupuesto. Recibimos otros aportes locales que también son muy pequeños, llegan a un 10 %, un monto que opinamos que tiene que mejorar”, indican Onelia Aybar, Directora General, y Casilda Jiménez, Directora Académica del Instituto de Ayuda al Sordo Santa Rosa.

En realidad, un millón ochocientos mil pesos es un aporte pequeño para suplir la falta de política que tiene el Estado con relación a la población con problemas auditivos o sordera, ya que no hay una institución pública que asuma la situación en que se encuentra este segmento poblacional.

“Ellos tienen derecho a la educación y a los servicios de formación para el trabajo y los demás servicios que se ofrecen desde aquí, tendría que ser mucho más significativo su aporte, visto sobre todo que el Estado no tiene servicios de ninguna índole”, sentencia Aybar.

El año pasado, más de cinco mil personas se beneficiaron de servicios audiológicos, de diagnósticos, obtenciones de audífonos, de diferentes acciones en el caso de la audiología. En cuanto al programa escolar, fueron cerca de 300 los estudiantes beneficiados.

El ejecutor de una política: el dermatológico

Desde hace 36 años el Instituto Dermatológico y Cirugía de Piel Doctor Huberto Bogaert Díaz,  tiene la responsabilidad del programa de control de la lepra en República Dominicana, exhibiendo  logros significativos al disminuir la prevalencia de la enfermedad, su incidencia y las consecuencias o discapacidades que suele provocar.

 El “Dermatológico”, como se le conoce, se enfoca en el diagnóstico temprano, en el tratamiento oportuno e inmediato y en lograr –cuando es inevitable- niveles de discapacidad muy bajos.

El doctor Rafael Isa, director de la institución,  indica que el Dermatológico es una red de servicios que ofrece entre 500 y 700 mil atenciones al año. Hay unidades, además del Distrito Nacional que es la central, en Santiago, en Puerto Plata, en Mao, en Higüey, La Romana, San Pedro de Macorís, San Cristóbal y Barahona, y una red de personal médico  auxiliar que se desplaza a cualquier ámbito de la geografía nacional, cerca de 600 empleados, y unos 125 médicos.

Para esta inmensa red, el Estado aporta el 8 o 9% de su Presupuesto. Por ejemplo, para el Presupuesto del presente año que fue de 294 millones de pesos, el Estado aportó 26.5 millones. Hay otro tipo de aportes: médicos nombrados por la Secretaría de Salud Pública, personal de apoyo, enfermeras,  “pero muy poco, no es suficiente”.

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