DAVID LUTHER
Es ese tiempo del año de nuevo cuando los políticos empiezan a discutir el presupuesto y demandan, casi de manera de chantaje para su aprobación, el pago a las organizaciones no-gubernamentales que ellos auspician. Lo lamentable es que en el pasado se ha demostrado que realmente éstos sí reciben beneficios directos de estas entidades que, a veces, son inclusive no legalmente constituidas ni mucho menos operativas.

Lo penoso es el hecho de que el público en general tiende a juzgar a toda la comunidad de las organizaciones sinfines de lucro de servicio a terceros por igual y eso es incorrecto. Se pudiera llenar este periódico de los logros de las fundaciones y ONGs cuyo trabajo ha sido más exitoso que las gestiones de todos los gobiernos. Se puede mencionar a la Asociación Dominicana de Rehabilitación, el Instituto Dermatológico, Liga contra el Cáncer como ejemplos, pero realmente en los ámbitos de trabajo tales como el medio ambiente, salud sexual y reproductiva, desarrollo comunitario, género, derechos humanos, lucha contra la corrupción y fortalecimiento de la justicia, educación inicial y básica, mejoramiento habitacional, energía alternativa, entre otros, los resultados han sido más eficientes, más pluralistas, menos paternalista y politizada, menos costoso, más responsables y seguramente más sostenibles.

A pesar de los muchos esfuerzos nuestros de demostrar esto al público, aún persisten las confusiones de quién es quién y quién hace qué. Sin embargo, a nivel internacional, esto no es el caso.

Recientemente se realizó una investigación conducida por Estrategia Uno, una unidad de Edelman Public Relations Worldwide, en la cual se encontró a las ONGs como fuente de mucha credibilidad para la información y más propensas a actuar en beneficio público. Organizaciones no Gubernamentales (ONGs), como Greenpeace y Amnistía Internacional, han llegado a ser los nuevos excelentes super marcas en la gobernación global. Ellas han ganado un grandioso nivel de confianza, más que a algunas de las más respetadas compañías globales, como: Ford, Microsoft, Gobiernos del Grupo G-7.

La encuesta fue uno de los exámenes más comprensibles de las actitudes de los líderes de opinión hacia las ONGs. Quinientos profesionales con buena educación y edades comprendidas entre los 34 y 64 años, procedentes de los países industrializados (Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania y Australia) fueron entrevistados, encontrándose como hallazgos claves los siguientes:

* En una proporción aproximada, de 2 a 1, las ONGs son más confiables comparadas con los gobiernos, los medios de comunicación y las corporaciones. Las 2/3 de los entrevistados dicen que las empresas sólo se preocupan por los beneficios; mientras que muchos más de la mitad dicen que las ONGs representan valores en los que se puede creer.

* Las ONGs figuraron como las de mayor fuente de información confiable, comparado con las empresas y medios de comunicación, incluyendo asuntos tales como: trabajo y derechos humanos; alimentos genéticamente modificados, ambiente y salud.

* El 64% de los entrevistados dijo que la influencia de las ONGs se ha incrementado significativamente durante la década pasada.

* En tiempo de crisis corporativa muchos entrevistados hicieron más caso de las ONGs, para información, en vez de los medios de comunicación y las corporaciones.

* ONGs tales como Amnistía Internacional, Greenpeace, Sierra Club y el Fondo Mundial de la Fauna Silvestre (World Wildlife Fund) tienen mayor credibilidad que las corporaciones Exxon, Ford, Microsoft, Monsanto, y Nike. El 80% de los estadounidenses, entrevistados, vieron a Greenpeace muy altamente efectivo, 78% para la Amnistía Internacional. Sólo un 11% de los entrevistados vieron las compañías y el gobierno como fuentes de hacer el mundo un mejor lugar.

* La encuesta encontró también que las ONGs tienen este alto grado de credibilidad porque ellos usan más efectivamente el poder de las imágenes, particularmente de la televisión y el Internet. Ellos hablan directamente con los consumidores, apelando a emociones a través de temas concisos y simples.

* Las ONGs se han tomado provecho de la descendente espiral, en la percepción pública, en los gobiernos, los medios de comunicación y las corporaciones dijo Steve Lombardo, presidente de estrategia Uno. Ganar confianza es esencial. Estos líderes de pensamiento son más propensos a creer que las ONGs hacen lo correcto comparado a empresas grandes, porque ellos se motivan por lo moral y no simplemente por las ganancias.

* Los líderes empresariales y los gobiernos deben reconocer que las ONGs son jugadores importantes en el mercado global, dijo Richard Edelman, Presidente de Edelman PR Worldwide. Dada la creciente desconfianza pública frente al gobierno a causa de casos como la enfermedad de la vaca loca y el escepticismo hacia las motivaciones financieras de las empresas miltinacionales, las ONGs deben jugar un papel crítico en la gobernabilidad global.

* Debido a un aumento en la dependencia hacia las ONGs, los gobiernos y las compañías miltinacionales pueden trabajar hacia resultados de beneficios mutuos, tal como la alianza que posee la tienda estadounidense Home Depot con el Forest Stewardship Council, o la sociedad que tiene la empresa Chiquita con Rainforest Alliance, dijo Jonbathan Woodtlift de Edelman. En ambos casos nuestros clientes adaptaron sus prácticas de trabajo en coordinación con ONGs que una vez fueron sus críticos.

Esta investigación nos arroja varias conclusiones. Primero, las ONGs Dominicanas tienen que ser mucho más proactivas en difundir sus trabajos y en conquistar la opinión pública asegurando que esta sepa distinguir quien es quien. Segundo, hacer una gestión más intensa de apoyar una depuración de las ONGs que reciben subvenciones del gobierno. Esto no quiere decir que no han habido logros, como la nueva Ley 122-05 demuestra, que hay mucho que hacer. Tercero, proponer que se crea un fondo de Desarrollo Social para uso de los Diputados y Senadores y eliminar toda subvención hacia esas ONGs que ellos auspician. Cuarto, hay que lograr que todas las ONGs hagan un rendimiento público sobre su gestión para que sea de conocimiento general y se pueda medir su accionar y buen uso de los recursos que reciben. Quito, nuestra comunidad ha sido demasiado defensiva en el pasado y hasta un poco temerosa en impulsar estas acciones anteriormente expuestas. Esto no puede continuar. El estatus quo no es aceptable ni tampoco deseable.