Las pasiones políticas no ciegan, enceguecen

Las pasiones políticas no ciegan, enceguecen

El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define la pasión como el sentimiento o emoción muy intensa que un humano puede profesar por otro, y enceguecer en su segunda versión, es ofuscar el entendimiento. 

Una vez entendido estos dos términos, a mi entender, las pasiones políticas en la República Dominicana han torcido el desarrollo democrático o lo que es lo mismo la historia democrática del país en dos ocasiones, en los últimos cincuenta años.

 La primera ocurrió cuando los líderes de la oposición al primer gobierno producto de elecciones libres después de la dictadura trujillista no tuvieron la paciencia de esperar el desarrollo del gobierno del PRD y del presidente Bosch y obnubilaron sus mentes para derrocar por la fuerza, lo que no pudieron ganar por el voto popular al gobierno del PRD y su presidente Bosch, echando al basurero de la historia toda sus vidas de éxitos profesionales, intelectuales y sacrificios y riesgos por oponerse a Trujillo dentro del país como en el exilio.

La segunda, fue la vuelta atrás de la página de la historia cuando el recién fenecido presidente Salvador Jorge Blanco enceguecido por las pasiones desatadas entre él y Jacobo Majluta, facilitó el otorgamiento de la victoria al opositor conservador Joaquín Balaguer que al liberal y compañero de su partido, Majluta, desconociendo más de 66 mil votos con doble rayado en las casillas del PRD y La Estructura, partido aliado que lo apoyaba, y que la intención del voto favorecía al PRD y a Majluta.

Ese error empañó su historial político que iniciara en 1961 encabezando la lucha por las libertades públicas y la amnistía a los presos políticos; sus iniciativas parlamentarias de la que fue autor de la Ley de Amnistía General, por la libertad de los presos políticos, cese de las persecuciones ideológicas y retorno de los exiliados, así como la libertad de los ciudadanos de viajar a toda partes del mundo, antes de la caída del muro de Berlín y la desaparición de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

Además, en la presidencia de la República, sinceró el valor de la moneda que permitió la expansión de las zonas francas y el desarrollo del turismo, porque la economía dominicana se hizo competitiva. Estas acciones del presidente Jorge Blanco tenían visión de futuro.

Sin embargo, el error cometido por la pasión y enceguecimiento, hizo que Balaguer lo acusara falsamente de mal manejo de los fondos públicos, llevándolo a prisión y empañando como dije, su carrera política.

En esta ocasión el PRD tiene todas las condiciones objetivas y subjetivas para ganar las próximas elecciones nacionales. Sin embargo, la población está observando desde la barrera, sin tomar decisión definitiva a favor o en contra, dependiendo de la unificación o no de sus líderes.

Quiero llamar la atención a Hipólito Mejía y a Miguel Vargas Maldonado para que las pasiones no lleguen a enceguecerlos y se produzca la tercera caída en el desarrollo democrático del país.

Que la campaña proselitista sea en contra del gobierno y no contra ningún sector del partido. Que no haya anuncios de derrotas humillantes en los mensajes, ni embrutecimiento en las mentes de los candidatos. No se hagan presos de su propia retórica, porque los resultados luego pueden ser catastróficos. Tienen que ser mesurados en sus declaraciones e iniciar conversaciones entre ambas corrientes para buscar el acercamiento que la población espera.

Recuerden las palabras del líder y compañero José Francisco Peña Gómez, el PRD unido, jamás será vencido.   

Publicaciones Relacionadas

Más leídas