Las pensiones
Amenazadas

<STRONG>Las pensiones<BR></STRONG>Amenazadas

El sueño de los trabajadores dominicanos, que desde el 2001 están cotizando para un fondo de pensiones que les garantice un retiro digno, podría ser sólo una ilusión, ya que, aun cotizando todos los meses durante 30 años, no lograrán acumular lo suficiente para cubrir la pensión mínima de vejez que establece la ley.

Esta situación se debe al  bajo nivel salarial que prevalece en la República Dominicana, a lo que se suma la baja rentabilidad de los recursos de los trabajadores que tienen en sus manos las Administradoras de Fondos de Pensiones o AFP.

La precariedad del sistema de pensiones, y la seria amenaza que la realidad económica supone para el Fondo de Solidaridad Social del sistema, fueron demostrados en una investigación que realizó la economista Clara Amelia Yaryura sobre el Fondo de Solidaridad Social de la República Dominicana, como tesis de Magister en Economía de la Pontificia Universidad Católica de Chile, y que le valió uno de los premios del más reciente concurso de Economía del Banco Central.

Las estadísticas de la  Superintendencia de Pensiones y del Banco Central establecen que el 80 por ciento de los afiliados que cotizan en cuentas de capitalización individual son de bajos ingresos, es por ello que en una reforma a la ley se estableció el Fondo de Solidaridad Social (FSS), con el que se busca garantizar una pensión mínima a los trabajadores afiliados de ingresos muy bajos que coticen al sistema.

Este fondo se financia con un aporte del empleador del 0.4% del salario de cada empleado, se administra en un fondo separado de la cuenta individual, pero se rige bajo las mismas regulaciones.

Beneficiará a los afiliados de ingresos bajos, mayores de 65 años, que hayan cotizado durante por lo menos 300 meses, equivalentes a 25 años, y cuya renta personal no acumule lo suficiente.

En su investigación, Yaryura partió de la tesis de que el FSS por sí solo no podrá cubrir los fondos necesarios para garantizar la pensión mínima a los afiliados que cumplan con los requisitos para acceder al retiro.

Las cuentas no cuadran

“Tomando en cuenta las estadísticas de la SIPEN y del Banco Central, traté de simular cual sería el comportamiento de  una cuenta AFP de una persona que gana de cero a cinco salarios mínimos, y me di cuenta que una persona que gana el equivalente hasta cinco salarios mínimos no gana lo suficiente para garantizar la pensión mínima, al final de los 25 años de contribución”, explica.

Estos significa que  después de 300 meses cotizando cada mes al sistema de pensiones, no habrá acumulado suficiente recursos para recibir una pensión mínima. Esta afirmación es más destacable si se toma en cuenta que la pensión mínima sugerida es igual al salario mínimo más bajo del sector público, que en estos momentos oscila entre 3 y cinco mil pesos.

Entiende la investigadora que si se toma en cuenta la evolución que han tenido los salarios en el país en los últimos 30 años, no es de esperar que para entonces los salarios mínimos sean muy superiores a los que rigen ahora.

Es decir, no acumulan para que la seguridad los pensione con el salario mínimo de la fecha en que se jubilarán, es decir, de aquí a 25 años, que, de acuerdo a sus proyecciones, tampoco variará mucho, si se toma en cuenta el historial de aumentos salariales del país en los últimos 30 años.

Cita un estudio del 2003, hecho por técnicos del Banco Mundial en el que se determina que el Fondo de Solidaridad Social crecerá a ritmo constante hasta el 2020, y a partir de esa fecha comenzará a extinguirse, porque los gastos excederán los ingresos y los intereses.

Actualmente, el 44% de la población económicamente activa está afiliada, pero solo cotiza el 23%. Las encuestas indican poco interés de los trabajadores del sector informal y de los independientes en afiliarse.

La supervivencia del sistema depende de que la Superintendencia y las AFP aceleren las reglas que permitan invertir los fondos en sectores rentables, de que se adopte una política salarial  adecuada, y generación de empleos que reduzcan drásticamente los elevados niveles de informalidad.

La cifra

23% de la PEA cotiza en las AFP.  El elevado nivel de informalidad laboral  constituye una de las trabas que afectan al régimen. También amenaza la sostenibilidad del sistema el bajo nivel de salarios, ya que el 80 por ciento de los trabajadores registrados ganan menos de tres salarios mínimos.

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Excluidos

Las personas que al momento de su jubilación no hayan acumulado los 25 años de cotización, no tendrán acceso a una pensión mínima, sino que deberán acudir al régimen subsidiado. Sin embargo,  el régimen subsidiado no está regulado, y no se sabe qué va a pasar con el y como va a operar. No se ha determinado aún que  pasará con la gente que está en este  grupo. Tampoco se han dictado las  normas  para la aplicación del régimen contributivo subsidiado. Tampoco tendrán fondos para cubrir una pensión mínima los que empezaron a cotizar después de 35 años, aunque ganen 20 salarios mínimos.

Rentabilidad

Uno de los graves problemas que afecta a los tabajadores dueños de los fondos de pensión, es el bajo nivel de rentabilidad de la inversión que realizan las administradoras de fondos de pensiones, que en la mayoría de los casos es cero o negativa.

Actualmente esta inversión se limita al mercado local, y se concentra en instrumentos de renta fija, frente a elevados niveles de inflación que se han verificado en el país, en el curso de estos años en que esos recursos se han acumulado.

“Sumando a la inflación una inversión no adecuada en los fondos, se  podría empeorar la situación, los trabajadores no tienen otra opción que supere el ahorro en las AFP, ya que la tasa de interés real pasiva del sistema bancario muestra niveles negativos y la inversión de los fondos en el extranjero aun no se permite”.

Recuerda que la responsabilidad de la Superintendencia de pensiones es buscar que los fondos logren buena rentabilidad, en inversiones seguras.

Explica que al momento de la elaboración del estudio se evaluaban distintos programas de inversión en vivienda, infraestructura y apoyo a la educación.

También el presidente de la República anunció varios proyectos  de inversiones a ser financiados con esos recursos. Entre otros citó un proyecto de más de seis mil viviendas populares , la segunda línea del metro, varias carreteras y corredores en zonas turísticas, especialmente en las zonas de Punta Cana y Bávaro, Samaná y en Miches. 

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