Las personas trans ¡existen y tienen derechos!

Las personas trans ¡existen y tienen derechos!

La inclusión social y el acceso efectivo a todos los derechos humanos de las personas LGBTI, especialmente las personas trans sigue siendo materia pendiente en República Dominicana. Gobiernos, sociedad civil, academia, empresas y todos los sectores están llamados a incluir a esta parte de la población en los planes, programas y políticas públicas de desarrollo y otros espacios como el arte, para promover una cultura de inclusión y respeto de los derechos humanos.

“Cada día en diferentes sociedades las personas trans están ocupando espacios públicos como el teatro, contribuyendo a sus países y empoderándose, a pesar del estigma, la discriminación y los estereotipos asociados a su identidad de género, ellas siguen resistiendo, cambiando la narrativa y expresándose, porque sus historias y vidas importan”, Cristhian Jiménez, asistente técnico Proyecto Ser LGBTI en El Caribe.

En el teatro, una de las funciones del monólogo es exteriorizar el mundo interior de un personaje, revelando sus pensamientos ideas y emociones en primera persona, en voz alta y sin interlocutor. Este género teatral sirvió para que 20 personas trans, tras recibir una formación en teatro, pudieran expresarse en una puesta en escena en el Centro Cultural Narciso González el pasado 6 de diciembre de 2019.

“Como era el inicio, lo más pedagógico fue empezar con monólogos en los que las personas trans se interpretaran y no que otras hablaran por ellas, como suele suceder en el teatro y aprovechar la oportunidad de que el público conociera cuáles son sus demandas, sus derechos y sus sueños en sus propias voces. El hecho de que esta población haya incursionado en el teatro es un acto político y de inclusión. Es un gran logro”, según Isabel Spencer teatrista, activista y facilitadora de esta formación en el marco del proyecto Ser LGBTI en El Caribe y la campaña Libres e Iguales.

Spencer, también es parte de la población LGBTI y considera que esta experiencia fue de crecimiento mutuo. “Me siento feliz como persona. Me dieron permiso de entrar no para colonizar su espacio, sino más bien para reconocerme… Yo también he sufrido discriminación. Soy negra, lesbiana, isleña… De ahí nuestra lucha empática”.

Xander Figueroa, hombre trans, estudiante de derecho, 33 años.

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Se preparó un mes y medio para contar su historia. Asumirse como hombre trans le costó 18 años de distancia, pero le acercó al perdón y a entender que madres y padres, también pasan por momentos de transiciones porque “es muy difícil traer al mundo los hijos e hijas que la sociedad establece que debes tener… No fue fácil, porque había perdido a mi mamá por ser lesbiana y reconocerme trans prácticamente era una condena”.

Sin embargo, el apoyo de sus hermanas hizo posible el acercamiento. “Ella (mi mamá) tenía muchos estereotipos negativos; aunque me botó de la casa y estuve en situación de calle. Ella también me enseñó la fe en un Dios de amor y eso me sostuvo junto al apoyo de mis hermanas y mi abuela que siempre ha sido una persona llena de demasiado amor”.

Para Xander lo mejor de esta experiencia fue que cada quien escribiera su historia, porque pudo hablar de él de una forma diferente. “Hoy abrimos nuestros corazones y desnudamos nuestras almas para contar nuestras historias”. Así termina su monólogo.

Eva Morillo, mujer trans, trabaja en una perfumería y es directora de la organización Trans Juvenil, 21 años.

 

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Participar en el teatro le aportó vencer el miedo escénico y mayor empoderamiento. “Mi monólogo se trató de una experiencia personal, que llamé: Colegiala, sobre cuando yo estudiaba en 4to de bachiller. Tuve un personaje en el monólogo donde cuento mi experiencia en la secundaria como mujer trans”.

A Eva se le han abierto varias puertas con esta formación y experiencia de teatro. Entre ellas la oportunidad de participar en un espacio fijo los martes en radio 24.7 FM, para entrevistar activistas, artistas, etc.

“Quiero transmitir que las mujeres trans existimos y tenemos derechos como las demás personas y hacerme eco de las violaciones a nuestros derechos. De 48 mujeres trans muertas, solo 5 casos han sido resueltos. Hay mucha impunidad”.

Franchesca Gabriela Montez, mujer trans, auxiliar de farmacia, 26 años.

Franchesca es voluntaria de Transsa, desde que se enteró de esta iniciativa decidió no solo apoyar sino también participar.
“Mi mensaje es que por más obstáculos que se tengan en la vida no hay que detenerse y hay que luchar para ser mejor persona. Cada día es una oportunidad que Dios te da para superarte”.

Esta iniciativa fue coordinada por el Proyecto Ser LGBTI en El Caribe y la Campaña Libres e Iguales con el apoyo de COLESDOM, Trans Juvenil, Trans Unidas Dominicanas, Escalando Poblaciones Claves Trans y el Centro Cultural de España en Santo Domingo.

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