Las playas de arena negra

Las playas de arena negra

Hace algunos días, la prensa se hizo eco de las declaraciones de un funcionario de menor jerarquía del Ministerio de Medio Ambiente, de que se prepararía un proyecto para reemplazar la arena negra de las playas de Azua por arena blanca, tal como se había hecho en Juan Dolio y Guayacanes.

Se decía que, reemplazando la arena negra de las playas azuanas por una arena blanca traída de otras playas, se lograría los mismos resultados que han convertido a Juan Dolio en un atractivo turístico de gran calidad, depositando miles de metros cúbicos de arena para restablecer, previa colocación de espigones, la playa que había sido destruida por la erosión del mar Caribe.

La tesis esgrimida de que las playas de Azua, desde la de Palmar de Ocoa, Playa Chiquita, Caña Rafé, Viyella, Caracoles y Monte Río, adolecen de abundante arena blanca como las playas del Este del país, que son las atracciones para los miles de turistas que la visitan cada año, mientras las playas azuanas no reciben la masiva presencia de visitantes. Tan solo en la pasada Semana Santa acudieron en abundancia a disfrutar de playas que tienen en mayoría como atractivo sus arenas negras.

Las playas de arenas negras alrededor del mundo constituyen un gran atractivo turístico. De ahí que se destacan las de Hawaii, El Salvador, Tenerife, Costa Rica, Nueva Zelandia y muchas más. Entre las dominicanas se destacan las de Monte Cristi y las la Bahía de Ocoa, en especial la de Palmar Ocoa y Caracoles. Los bañistas le tienen cierto respeto a esas playas de arena negra por las altas temperaturas a la hora del medio día. Sin embargo su disfrute es muy reconfortante.

Por motivos sanadores, son cientos de personas que se hunden en esas playas de arenas negras con el fin de que el agua de mar infiltrada a través de ella proporciona un alivio a muchas dolencias relacionadas con la falta de movilización.

Las arenas negras de las playas tienen un origen volcánico, por eso su abundancia en el entorno del Océano Pacífico como las playas de El Salvador, Costa Rica y por igual en Hawaii. Casi todas se promueven como fuentes de salud y las instalaciones hoteleras en su entorno revelan la importancia como las existentes en Santa Cruz de Tenerife. Esta una pequeña isla volcánica perdida en medio del Océano Atlántico.

Tanto las arenas de las playas de Palmar de Ocoa, como las de Monte Cristi contienen magnetita y titanio en abundancia. Tanto es así que muchas veces, supuestos emprendedores empresarios se han acercado a los gobiernos de turno para ofrecer villas y castillas, con tal que se les autorice explotar el titanio de las arenas negras de nuestras playas.

Esas playas de la Bahía de Ocoa, en especial las de Los Corbanitos, Palmar de Ocoa y Caracoles tienen su encanto. Somos muchos los que disfrutamos de esas arenas tan especiales, que sin poseer los atributos de las arenas blancas de Boca Chica, de Bávaro o Las Terrenas, ofrecen atractivos que van en relación directa al ambiente natural en donde la poca frecuencia de las lluvias permite su disfrute todo el año con unas temperaturas de las aguas que se mantienen a niveles muy por encima a las que se registran en las playas de arena blanca.

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