Las prácticas culturales que fortalecen la violencia de género

Las prácticas culturales que fortalecen la violencia de género

La indignación que causa en la sociedad dominicana la cotidiana noticia de mujeres que son asesinadas por sus cónyuges o ex cónyuges o que son golpeadas rutinariamente por estos/as no es suficiente para enfrentar la problemática de la violencia de género desde los golpes hasta la acción homicida.

El caso ocurrido recientemente con la joven Gleyri María Muñoz en Santiago, que fue ultimada de una puñalada por su ex cónyuge en una cabaña en presencia de sus hijos, no escapa a esta realidad. Este último hecho ha consternado a la sociedad como fenómeno expreso de violencia contra la mujer y contra los niños y niñas (que sufren la violencia psicológica de forma traumática) y por el mal manejo de parte del juez del caso.

 La violencia de género es una conducta cultural legitimada socialmente, se refuerza con una serie de prácticas que atraviesan distintos ámbitos de la sociedad como son:

1. Sistema de justicia bañado por la cultura patriarcal que minimiza los crímenes contra la mujer. Son muchos los casos donde los jueces no penalizan el feminicidio en la magnitud de otros crímenes sino que lo convierten en un crimen menor donde todavía se le concibe como “pasional” o “íntimo” y no desde el ámbito de lo público.

Esta conducta refuerza la visión cotidiana de la violencia de género como un problema entre marido y mujer y los agresores se sienten con más autoridad para pegar y agredir porque no serán juzgados en toda su magnitud.

2. Presencia de un imaginario cultural que legitima la violencia de género porque la percibe como “castigo”  o “sanción” contra las rupturas de los roles “femeninos”. En el estudio realizado por la ODH-MYNED sobre Capacidades y Derechos se identifican una serie de pautas culturales en la población que acepta la violencia porque la mujer ha violado las normas culturales como la de “no atender al marido”, “pegar cuernos” o simplemente porque sale y no pide permiso.

3. Vinculación entre honor y violencia. La violencia de género es una expresión de la cultura masculina donde el agresor no se percibe como tal sino que entiende que defiende su honor con el uso de la violencia.

Todos estos elementos fortalecen la violencia de género y minimizan el hecho hasta reducirlo a la esfera de lo privado. Aun cuando existe una legislación que condene la violencia de género, la justicia sigue bañada por la cultura patriarcal y vinculada a la cultura de la permisividad y legitimación del fenómeno.  La violencia contra la mujer no será erradicada mientras culturalmente sea legitimada.

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