Las predicciones de Fitch

Las predicciones de Fitch

Fitch es una muy conocida firma evaluadora y calificadora de riesgos que de manera rutinaria mide las condiciones y las perspectivas económicas de los principales países del mundo, otorgándoles el índice de nivel de riesgos que tendrían que asumir potenciales inversionistas y prestamistas. En su más reciente análisis aumentó el riesgo-país de la República Dominicana, como era de suponer, dada la pandemia y sus consecuencias, pero también aumentó ese riesgo para casi todos los países de America Latina y el Caribe, pues el virus afecta a toda la región.
Fitch predice que el PIB dominicano, después de crecer vigorosamente entre 5% y 6% en años recientes, en el actual disminuirá un 3.5%, aunque es optimista al estimar una rápida recuperación en el 2021 cuando volvería a crecer un 5.6%. Creemos que por exceso de optimismo plantea que el turismo tan solo bajará este año 50%, pues prevé que los hoteles abrirán en agosto y los vuelos estarán entonces disponibles. Asume que las remesas se reducirán solo un 20% y las importaciones un 17% dado los muy bajos precios del petróleo y el efecto del crecimiento negativo sobre las importaciones en general.
Cita como la devaluación del peso con relación al dólar fue de un 8% de abril 2019 a abril 2020, cuando usualmente la devaluación anual era solo de un 4%. Proyecta que el peso terminará este año ligeramente por debajo de 60 por dólar. El tema devaluatorio no solo es importante por su impacto sobre la inflación local, sino que Fitch nos recuerda que perjudica al fisco ya que las dos terceras partes de nuestra deuda pública están en dólares. También podría afectar la fuga de capitales ya que extranjeros han invertido altas sumas en bonos gubernamentales dominicanos expresados en pesos y, además, un 25% de los depósitos en nuestra banca múltiple están en dólares.
Para nosotros, la parte más importante de este reporte es un análisis sobre cómo se va a financiar el faltante de divisas provocado por el coronavirus. Ya unos US$650 millones llegaron del Fondo Monetario Internacional pero, inusualmente, podrán ser monetizados, es decir entregados por el Banco Central en pesos a Hacienda. También llegaron unos US$150 millones prestados por el Banco Mundial a Hacienda. Está por llegar una suma muy cuantiosa proveniente de una operación “swap” del Banco Central norteamericano (la “Fed”) donde los depósitos de nuestro Banco Central en esa institución servirían de garantía para el préstamo. Además, se prevé un crédito del BID de unos US$450 millones y otro de la Corporación Andina de Fomento (CAF). Ambos tendrían que ser aprobados por nuestro Congreso, lo que complica el asunto. Posterior a las elecciones se tendrían que emitir bonos soberanos. Hay demanda por los mismos, pero a una tasa de interés que podría llegar al 10% y tan solo cuando se sepan los planes económicos del nuevo gobierno. A diferencia de México, Perú, Chile, Colombia, etc. el problema económico causado por la pandemia dominicana se complica más por coincidir con un proceso electoral que abarca a los poderes ejecutivo y legislativo.
Otro gran déficit es el presupuestal. Ya el gobierno ha logrado el equivalente a alrededor de US$1,000 millones, que incluyen los recursos del Fondo de Riesgos Laborales, el préstamo del Banco Mundial, los RD$40,000 millones en bonos adquiridos por las AFP y el préstamo otorgado por el Banco Central y que tiene que ser repagado a finales de este año para poder cumplir con nuestra legislación monetaria.
Con razón se dice que el país se está endeudando de forma extraordinaria, pero lo mismo está ocurriendo en Estados Unidos, Europa y el mundo emergente. Esos niveles de deuda recuerdan los de la Segunda Guerra Mundial, y es que este virus es una guerra. Lamentablemente habrá que esperar las elecciones norteamericanas de noviembre para que Estados Unidos y China se reconcilien, pues así como en las elecciones del 2016 Trump hizo campaña contra México proponiendo una muralla que sería pagada por los mexicanos, en estas elecciones el chivo expiatorio es China. Esa reconciliación es imprescindible para que el G-20 tome las medidas necesarias para que las economías del mundo puedan salir de la actual gran crisis.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas