Las presas del país no tienen capacidad para regular la credida de los ríos

Las presas del país no tienen capacidad para regular la credida de los ríos

Las presas de la República Dominicana no tienen capacidad para regular la crecida de los ríos, advirtió el ingeniero Silvio Carrasco, director del Instituto de Recursos Hidráulicos (INDRHI), y sugirió tomar medidas urgentes para evitar catástrofes como la ocurrida en Jimaní.

Manifestó que la solución sería reforestar la cuenca de los ríos, pero que eso tomaría demasiado tiempo.

En ese sentido, dijo que se podrían construir más presas de regulación de avenidas, que no hay en República Dominicana, y son las que se mantienen secas a la espera de las crecientes.

«Tienen que estar secas todo el tiempo, no pueden almacenar aguas», expresó.

Explicó que para el caso de Jimaní ya se tiene en estudio la construcción de una presa de ese tipo, pero que se requiere de todo un protocolo para la su construcción porque deberá construirse en Haití.

«Son de las alternativas que estamos estudiando, medidas paliativas y un plan de manejo de la cuenca alta, lo que ya Ignacio Caraballo está discutiendo con misiones internacionales, para hacer un planteamiento sobre la cuenta alta del río Soliette», expresó.

Se quejó de que a las presas se les asignó el rol de regular crecidas, lo que dijo es un error.

«Las presas, repito, no están diseñadas ni construidas para regular crecidas extraordinarias, ellas no están construidas con ese criterio, porque si fuera así todas las presas del país antes de cualquier anuncio de vaguada deberían vaciarse a cero», expresó.

Dijo que las presas reguladoras deben estar secas y por eso advirtió que si se secaran las presas quedarían las grandes ciudades sin agua.

«Si secáramos a Tavera y no viniera la crecida entonces me fusilan porque he botado el agua», expresó.

[b]HATILLO[/b]

Explicó que Hatillo es la única presa del país que pudiera ser operada para regular parte de la crecida del Yuna, porque el sistema de riesgo podría ser alimentado con el caudal del río Yuna.

«Ahí se construyó la presa de Hatillo, la más grande del país, y esa presa se construyó con un error, un error de diseño: no se construyó un desagüe de fondo», expresó.

Manifestó que la presa se mantiene llena todo el tiempo y por eso no puede regular el agua.

«Lo que le faltó a esa presa es un desagüe de fondo, que la pregunta que he hecho a todos los ingenieros que pasaron por el INDRHI nadie me la ha podido explicar )Por qué no se hizo un desagüe de fondo a Hatillo si es la presa que está construida en la cuenca de mayor aporte?».

Dijo que para regular ese problema hay que construir una presa en la parte alta para desviar los excedentes de agua del Yuna a la misma cuenca, por el río Jima.

Se quejó que las comunidades de Bonao, San Francisco de Macorís y Cotuí se opusieron y lo declararon a él persona no grata.

«Puedo regular a Tavera, puedo regular a Sabana Yegua, puedo regular a Sabaneta, puedo regular a Valdesia, puedo regular a Monción, pero no puedo regular esa», expresó.

[b]DESTRUCCION[/b]

Carrasco explicó que la destrucción causada las lluvias de mayo no sólo afectaron sensiblemente a Jimaní, sino a Elías Piña, donde el río Caña, se llevó el puente.

«La crecida de ese cono sur fue extraordinaria, pero no igual al río Soliette, porque la depresión se concentró en la parte Oeste y fue avanzando hacia el norte, y así fue degradándose», explicó.

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