Las “Primeras 100 hojas” de la mayoría demócrata

<p>Las “Primeras 100 hojas” de la mayoría demócrata</p>

POR GREG CRIST  Y GABRIEL SANCHEZ ZINNY.
En los primeros días de enero, Nancy Pelosi, representante por California, asumió como Presidente de la Cámara de Diputados de Estados Unidos, la primera mujer en la historia del país. Y el republicano John Boehner tomo el rol de líder de la minoría. Ambos dirigentes tendrán el desafió de mantener la disciplina en sus partidos, pero al mismo tiempo tratar de reducir la tremenda división partidaria predominante en los últimos años, que amenaza con frenar nuevas iniciativas y programas.

Los demócratas, otra vez en mayoría luego de 12 años, están tratando de introducir rápidamente nueva legislación, con una ambiciosa agenda denominada “Las primeras 100 horas”. Desde un punto de visto político, el objetivo principal es generar “momentum” en la Cámara de Diputados, donde tienen amplia mayoría, aumentando así la posibilidad de pasar la legislación en el Senado, donde por procedimientos internos, un grupo de solo 41 senadores, del total de 100, pueden frenar cualquier proyecto de ley basado en el mecanismo de “filibuster”.

La agenda incluye implementar recomendaciones sobre Irak definidas por la Comisión 9/11 presidida por el ex gobernador de New Jersey Thomas Kaine y el ex diputado Lee Hamilton; aumentar el salario mínimo de 5.15 dólares por hora a 7.25 en los próximos dos años, reintroducir el sistema PAY-GO, modificar los cambios en el sistema de Medicare que había introducido el Presidente Bush con la mayoría republicana, y la reforma de los procedimientos éticos en el mismo Congreso.

El sistema PAY-GO requiere que gastos para nuevos programas sean compensados por reducción de otros programas, o suba de impuestos. Reintroducir este mecanismo será realmente efectivo si se convierte en ley, y no en un cambio en el procedimiento del Congreso, ya que luego los propios congresistas definen excepciones que le quitan efectividad. A su vez, no solo debería aplicarse a nuevos gastos, sino a los existentes, principalmente Medicare, Medicaid and Social Security, gastos mandatorios, que son los principales fuentes de déficit y lo serán todavía mas en los próximos años.

Si los demócratas están realmente decididos a reducir el déficit, deberían enfocarse en Medicare, Medicaid y Social Security, los sistemas de salud y seguridad social que representan un 75% del gasto federal, comparado con un 25% que sumaban en 1960. Estos gatos son mandatorios, sin ninguna discrecionalidad por parte del Congreso o el poder ejecutivo, y aumentan todos los años en función de los beneficiarios. La solución de largo plazo es introducir mecanismos de mercado, y dar a individuos y familias opciones en términos de cómo invertirán y gastarán este dinero.

Por otro lado, aumentar el salario mínimo no necesariamente ayudará a los que mas lo necesitan. En el último semestre, de acuerdo con el Departamento de Trabajo, el salario real aumentó basado en un incremento de la productividad y crecimiento económico, no en la decisión de unos funcionarios en Washington. Un mayor costo laboral generalmente tiende a disminuir la demanda de trabajo, afectando al conjunto de los asalariados. A su vez, es mucho más eficiente un mercado de trabajo donde empresarios y trabajadores negocien libremente sus contratos laborales, sin intervención del estado.

Hasta ahora el partido demócrata no ha presentado ninguna iniciativa novedosa, sino mas bien cumplir las promesas de campaña de revocar algunas medidas impulsadas por la Administración Bush y con un exceso de activismo demostrar que los demócratas están en control otra vez. Tal vez no sorpresivamente, a pesar de todos los discursos y comentarios sobre la necesidad del bipartidismo, y del consenso entre las dos fuerzas políticas en el Congreso, la speaker Nancy Pelosi no haya incluido ni consultado con la minoría republicana ninguna de sus iniciativas.

El único signo de bipartidimo fue la aprobación por unanimidad (430 a 1) del muy necesario cambio de reglas con respecto al lobby y la relación entre los congresistas y los grupos de interés, suprimiendo los regalos de lobbistas, agentes extranjeros o empresas, y los viajes en aviones privados pagados por terceros. A su vez, los viajes de Congresistas financiados por Grupos empresarios y otras Instituciones de políticas públicas deben ser inmediatamente comunicados al publico.  Los votantes del pasado Noviembre señalaron la corrupción como uno de los principales problemas de los dirigentes políticos y el Congreso reaccionó en consecuencia.

Solo el tiempo dirá si la agenda de “las primeras 100 horas” tendrá un impacto real en el bienestar de la población, pero la nueva mayoría demócrata será mas bien evaluada por lo que haga en los próximos dos años, enfrentando los principales desafíos que afectan a Estados Unidos en términos políticos y económicos, y no tanto en los primeros días de su mandato.
Greg Crist es vicepresidente de DutkoWorldwide.
Gabriel Sánchez Zinny, Senior Associate de DutkoWorldwide.

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