Para el reconocido ambientalista Luis Carvajal el nuevo ministro de Medio Ambiente, Miguel Ceara Hatton, lo primero que está obligado a ordenar es la parte administrativa, “que es un verdadero desorden” con una serie de islas de poder que son parte del entramado de corrupción que lo ha permeado.
“Ordenar el ministerio para enfrentar las grandes mafias que operan para poder controlar la ambición que viene desde sectores de poder o sobre los vínculos con sectores políticos. Ahora cualquier gente que levantó una bandera o vociferó en una actividad del PRM cree que puede tener en pago algún favor o permiso de carácter ambiental”, dijo.
Ceara sustituye a Orlando Jorge Mera, asesinado en su despacho por supuestamente oponerse a otorgar un permiso para exportar baterías.
Carvajal cita que Ceara también está llamado a revisar la política de personal, recuperar empleados buenos y garantizar que el discurso que opere alrededor de este ministerio sea el de los técnicos y los procedimientos indicados en las normas.
Otra prioridad del ministro es recuperar y organizar el Sistema Nacional de Áreas Protegidas, hacer que los planes de manejo sea la ley de cada espacio, que haya suficiente personal con equipamiento y que reciban sus sueldos a tiempo, ya que se encuentra en condiciones precarias y el ministerio lo empuja a hacerse parte, cómplices y colaboradores de la depredación. Igualmente eliminar la cantidad de gente que cobra sin trabajar.
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Además entiende que el ministro tiene que eliminar los permisos para extraer agregado de los ríos.
“Él está obligado a revisar absolutamente todos los permisos que se han entregado en los últimos cinco años, y verificar que cualquier permiso que haya obviado el reglamento de los procedimientos es ilegal e irregular”
Asimismo definir claro los criterios para el ordenamiento territorial de forma que haya un uso racional del espacio y no sigan las construcciones en zonas vulnerables y botaderos de desechos en cualquier lugar.
Carvajal agrega a los grandes desafíos de Ceara la enorme cantidad de proyectos mineros en carpeta en zonas de altísima fragilidad, donde no pudieran estar.
Apuntó que Ceara tiene alta valoración social y el movimiento ambiental está dispuesto a acompañarlo. “Si Miguel Ceara le falla a la población dominicana, estaría aportando un nivel de desconfianza que iría mucho más allá de cualquier posible compresión”, expresó Carvajal