Las raíces de una crisis

Las raíces de una crisis

En los últimos dos siglos, Estados Unidos se ha caracterizado por tener un gobierno democrático donde impera la concertación de las fuerzas sociales de los dos grandes partidos, siempre, con un estricto respeto a las decisiones aprobadas por la mayoría. Por eso, muchos se preguntarán: ¿cuáles son las causas del extraño espectáculo que está ocurriendo en el Congreso norteamericano, en una nación que es ejemplo en lograr soluciones concertadas?
En los últimos 20 años han ocurrido cuatro factores que han creado esta situación:
• La revolución de la globalización.
• La revolución de la tecnología.
Ambas revoluciones han reducido a menos de la mitad los obreros manufactureros, altamente remunerados, que son parte importante de su clase media.
• Una política impositiva que incrementa, exponencialmente, la desigualdad en esa nación, donde, actualmente, el 1% de los norteamericanos más ricos tiene más riquezas que el 25% de los más pobres.
• La mayor crisis financiera de la historia, sin sancionar a los responsables.
Estos factores crearon una frustración y rechazo, no a los motivos reales, sino al Gobierno Central, emergiendo, con fuerza, en el 2010, un movimiento de extrema derecha dentro del Partido Republicano: el “Tea Party”, caracterizado por:
• Profundo rechazo al Gobierno Central, llegando a la ira.
• Demandar una disminución drástica de los gastos sociales y del tamaño del gobierno.
• Dogmatismo extremo. Luchan por sus convicciones sin importar las consecuencias que puedan acarrear a la sociedad en sentido general.
El censo del 2010 fue base para diseñar los distritos donde eligen los congresistas (diputados) en un momento donde los republicanos controlaban una gran mayoría de las asambleas estatales, las que crearon un número mayoritario de distritos, extraordinariamente, favorables a los candidatos republicanos. Esto se evidencia con lo siguiente:
• Clinton en su reelección, en 1996, ganó 79 distritos representados por republicanos.
• Obama, por su parte, en el 2012, solo ganó en 17 distritos.
Actualmente, el “Tea Party” tiene del 25 al 30% de los votos republicanos, y, dada su participación y activismo, representa el 40% en las primarias republicanas, dando al “Tea Party” un enorme poder de coerción sobre sus colegas más moderados, pues, para un congresista republicano lo importante es ganar las primarias de ese partido, ya que esto garantiza su elección. Este es el verdadero origen de la crisis presupuestaria, la segunda, en menos de dos años, cuando apenas hubo dos en los cincuenta años anteriores.
La posible crisis de la aprobación anual de la deuda pública, hecho que se había producido, automáticamente, a través de la historia, si ocurriera, lo que luce improbable, tendría un extraordinario efecto negativo, dado el tamaño de la economía norteamericana, a que el dólar constituye el 68% de la reserva monetaria mundial, y que, el sistema financiero mundial está, íntimamente, entrelazado, como lo demostró la crisis financiera mundial iniciada en el 2008.
En el 2012, por primera vez, los republicanos demandaron, para la aprobación anual de la deuda, negociaciones con Obama logrando concesiones fiscales. La decisión de Obama, al aceptar esas negociones, fue profundamente rechazada por el sector moderado, el liberal y parte de los conservadores, ya que, con esto, establecía un pésimo precedente; como consecuencia, Obama, admitiendo su error, ha notificado, recientemente, que ningún presidente, bajo ningunas circunstancias, debe permitir que la aprobación anual de la deuda sea objeto de negociaciones.
Aunque esta posición extremista, de la derecha republicana, luce duradera, su efecto negativo es parcialmente mitigado por el tamaño, dominio tecnológico y enorme dinamismo de la economía norteamericana que aporta:
• El 52 % de la investigación mundial.
• El 65% de las patentes tecnológicas.
• Posee, según el Economist “ 9 de las 10 corporaciones más grandes del mundo, y 21 de las 50 de mayor tamaño”
Sin embargo, la extrema polarización y obstruccionismo de la derecha republicana ha creado un clima de incertidumbre que reduce, parcialmente, las inversiones, y, evita un crecimiento económico mucho más vigoroso de la economía norteamericana.

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