El patrón a rayas es un buen aliado en la decoración para crear un efecto visual interesante y dinámico y pueden lograr cambios en nuestros espacios con muy poco esfuerzo.
Además de estar muy de moda y de que pueden integrarse prácticamente a cualquier estilo decorativo, nos ayudan a mejorar las proporciones visuales en una estancia.
Hay muchas maneras de añadir rayas a cualquier pared. El papel y la pintura son las más fáciles. Si el ambiente es amplio puedes utilizar rayas anchas, sin embargo si no cuentas con mucho espacio las más finas son ideales pues te ayudan a dar la sensación de un área mayor.
Las verticales dan ilusión de altura en espacios bajitos o con poca claridad mientras que las horizontales alargan los espacios haciéndolos lucir más amplios
Un buen consejo para el uso de rayas en la decoración es apostar por almohadas a rayas combinando con otras impresiones, como por ejemplo delicados toques florales.
Si quieres lograr un efecto divertido y muy moderno mezcla varios grosores y colores y así el espacio adquiere mayor profundidad y carácter.
En cuanto a colores se tiende a pensar inmediatamente en la clásica combinación de blanco y negro y no tiene por qué ser así. Las combinaciones son tan infinitas como los colores mismos. Podemos irnos por los cremas y marrones para estilos más clásicos y las más atrevidas incluir los dorados en papeles decorativos para un look más moderno.
Puedes llevar el patrón de rayas en todas las áreas de la casa, en la sala detrás del sofá, en el recibidor y en los pasillos puede ser una buena idea. En las habitaciones infantiles son geniales, para un bebé en colores claros y para los más grandecitos mezclar sus colores favoritos les encantará.
Ten cuidado pues no debemos recargar el espacio, el patrón de rayas puede aburrir y no logramos el efecto deseado. Si te gustan pero prefieres ser más sutil utiliza las rayas en cojines, almohadas, cortinas y alfombras.