Las reglas de juego

Las reglas de juego

El único modo de que haya paz es cuando se respetan las reglas de juego. La reglas escritas o no, contribuyen al cumplimiento de los deberes y al ejercicio pleno y libre de los derechos, si son violadas procede una rectificación o se impone una sanción.

En mucho depende de la reciedumbre de quien tiene a su cargo la salvaguarda del cumplimiento de las reglas y de la inteligencia, humildad y propósitos de quien viola las disposiciones.

Colocarse al margen de las reglas de juego es una actitud que debe ser condenada.

Toda ruptura de las reglas de juego trae consigo su propia respuesta, por aquello de la tercera ley de Newton sobre el movimiento: a cada acción se opone una acción directamente proporcional en sentido contrario.

¿Qué pasa en un grupo, en una sociedad, en una institución, en un país donde no haya respeto por las normas que rigen la conducta de unos con la autoridad, de unos con otros y de la autoridad con cada cual?

Quien rompe las reglas debe saber, antes de cometer la violación, que “palabras traen respuestas”, como dice el refrán.

En ocasiones se rompen las reglas con el propósito de intentar demostrar una fortaleza que permitiría actuar con imposiciones para avasallar dentro del grupo o a toda la sociedad.

Llama la atención que se actúe fuera de la ley, en una actitud de prepotencia y con intención de aplastar las ideas, acciones, propuestas y derechos de los demás.

La canción lo dice claro: no olvidemos que somos/los demás de los demás.

Quienes violan las leyes, quienes entienden que están por encima de las reglas actúan de manera irresponsable y hacen daño no sólo a los otros.

El indio Benito Juárez lo dijo hace mucho: el respeto al derecho ajeno es la paz.

¿A quién le conviene quebrantar la paz, que usualmente es tan frágil como el agua de un meandro del río o tan quebradiza como un espejo?

¿Para qué y por qué romper la paz, el consenso, el equilibrio y la armonía?

Las bravuconadas e imposiciones no son las mejores actitudes cuando se forma parte de un grupo, de una sociedad, de un partido.

El único modo de que juguemos todos es que no haya cartas marcadas, ocultas en las mangas y que nadie rompa las barajas.

En la última reunión de la Comisión Política del Partido Revolucionario Dominicano se quebraron las reglas, se rompió el consenso y se intentó imponer decisiones que irrespetan las últimas disposiciones del Comité Ejecutivo Nacional.

¿Por qué se intenta dividir el partido blanco entre quienes acatan las reglas y quienes muestran su desesperación al romperlas?

¿A quién beneficia el caos en el PRD? ¡Al enemigo!

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