Las relaciones exteriores

Las relaciones exteriores

Conforme reporta Diario Libre del día cuatro del presente mes, el presidente Leonel Fernández ha realizado 71 viajes al exterior en sus últimos dos mandatos corridos, y la ocasión es propicia para externar algunos juicios de valor alusivo a la más alta conveniencia de nuestras relaciones exteriores.

  El presidente Leonel cursa actualmente una gira por varios países europeos, casi al concluir su tercer mandato, que pocos entienden necesario y justificable, así como los empréstitos que tramita al dócil Congreso, complicando más los compromisos que endosa a su sucesor en el poder de su partido, Danilo Medina, que referí en mi entrega de ayer a HOY.    Por unos 400 días, que suma más de un año, el presidente Leonel se ha ausentado del país en gestiones conectadas con su ejercicio de gobernante y presumible logrando conexiones bursátiles en beneficio de sus gobernados, en 38 países. Ha ampliado el presidente Leonel relaciones diplomáticas con 149 países y sostenemos Embajadas en 59 naciones con un personal supernumerario, en el mayor de los casos improductivo, por favoritismo político, como son los casos de nuestra misión en Madrid, que cuatriplica la de España aquí y el Consulado en Nueva York, donde hay 34 vicecónsules que no asisten al Consulado ni a cobrar porque los giros se les tramitan a su cuenta bancaria. Claro que el presidente electo ya ha dispuesto las medidas correctivas del chapeo al ras de todo este desbarajuste y dispendio innecesario de recursos en dólares, eliminando personal y reduciendo al mínimo las representaciones diplomáticas, que bien podrían sustituirse por cónsules gerentes de negocios, economistas y mercadólogos, en vez de improvisados como los son todos hoy. Porque es jalda arriba convencer qué beneficios reporta al país una embajada en Libia, Qatar o Marruecos y otros países que no representan ningún interés para el país, para solo aparentar que somos sin ser gran cosa y para serlo debemos ganarlo con dinámica productiva  exportadora y competitiva.

Embajadas que bien  podrían ser concurrentes, una para los países árabes con sede donde más actividad de intercambio se compruebe y otras idénticas para Centroamérica y América del Sur. ¿Para qué tantos embajadores que lo único que hacen es divertirse y roncar?

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