Las reliquias del Padre Pío ya están expuestas en el Vaticano

Las reliquias del Padre Pío ya están expuestas en el Vaticano

Ciudad del Vaticano. Las reliquias del fraile capuchino italiano San Pío de Pietrelcina, conocido como Padre Pío, ya están expuestas en la Basílica de San Pedro del Vaticano, donde podrán ser veneradas hasta el próximo 11 de febrero.   Se trata de uno de los eventos más importantes programados dentro del Jubileo Extraordinario de la Misericordia, que comenzó el pasado 8 de diciembre y que concluirá el 20 de noviembre.

Por petición expresa del papa Francisco, los restos de este fraile capuchino, uno de los santos más venerados en Italia, podrán ser admirados por primera vez en el Vaticano durante seis días.   Las reliquias llegaron en procesión, junto con las de San Leopoldo Mandic, otro santo capuchino, al Vaticano desde la iglesia romana de Salvatore in Lauro, donde se encontraban desde el jueves.   Miles de personas atravesaron la Vía de la Conciliación, que une Roma con el Vaticano, y acompañaron al cuerpo del Padre Pío entre cantos y rezos, y rodeados de un fuerte dispositivo de seguridad.

La procesión estuvo presidida por un grupo de frailes capuchinos y también por el presidente del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización, el arzobispo Rino Fisichella, responsable de la organización de este Año Santo extraordinario.   Los restos de San Pío de Pietrelcina fueron conducidos durante cerca de una hora y media hacia el Vaticano en el interior de una urna que a su vez fue protegida por un cristal especial, pensado para evitar posibles daños. A su llegada a la plaza de San Pedro, fueron expuestos durante unos minutos.

Allí, los presentes celebraron una breve ceremonia y posteriormente fueron llevados al interior de la basílica vaticana a través de la Puerta Santa, que el papa Francisco abrió el pasado 8 de diciembre.   Los cuerpos de ambos santos fueron entonces colocados cerca del altar mayor de la basílica vaticana y allí permanecerán hasta el próximo 11 de febrero.

Durante estos días las autoridades locales esperan la llegada a la capital italiana de cerca de 70.000 fieles de todas partes del mundo, que participarán en los actos programados por el papa Francisco.   Mañana, Jorge Bergoglio celebrará una audiencia jubilar con los grupos de oración del Padre Pío mientras que los días siguientes, 7 y 8 de febrero, estarán reservados exclusivamente a la veneración de las reliquias en la basílica vaticana.

El 10 de febrero, Miércoles de Ceniza, el papa celebrará una multitudinaria misa y enviará a los 1.071 sacerdotes llamados “misioneros de la misericordia” a todas partes del mundo para que absuelvan los pecados durante este Año Santo que concluirá el 20 de noviembre.   El Padre Pío, conocido como el “apóstol del confesionario”, nació en la aldea de Pietrelcina (Benevento, sur de Italia) en 1887 con el nombre de Francesco Forgione.

A los 15 años experimentó sus primeras visiones y decidió ingresar en los Frailes Menores Capuchinos.   En 1916 fue enviado al convento de San Giovanni Rotondo, fundó la Casa del Alivio del Sufrimiento para acoger a los más necesitados y a los 31 años comenzó a experimentar el fenómeno místico de los estigmas (llagas similares a las de Cristo clavado en la cruz).   Falleció en septiembre de 1968 y fue proclamado beato en 1999 y santo en 2002 por el actualmente santo Juan Pablo II.

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