Por: Haivanjoe Ng Cortiñas
Recientemente, el ministro de Economía dijo, que según American Community Surveys 2019, en los Estados Unidos residen 60.1 millones de hispanos, de los cuales 2.1 millones son dominicanos, de estos 1.6 millones son migrantes nacidos en el país y 1.1 millones pertenecen a la población en edad de trabajar. Estos migrantes son los principales responsables de las remesas que todos los días reciben sus familiares y la economía en su conjunto.
Desde mayo del 2020 a agosto del 2021, el Banco Central ha venido con frecuencia mensual, destacando el crecimiento que experimentan las remesas en la economía dominicana y cuando el desempeño de un mes es inferior al anterior, entonces la nota informativa destaca el crecimiento interanual o bien trimestral, o la narrativa que se acomode más a resaltar la expansión de las remesas como dato noticioso positivo.
Como han dicho muchos autores, la historia de la humanidad es la historia de las migraciones, motivadas por clima, guerra, conflictos políticos, subsistencia, pobreza, mejores expectativas de vida y crisis económica, son parte de las causales que la mueven. En el caso dominicano, la migración moderna, ha estado asociada a crisis económica y en procura de un mejor y seguro nivel de vida.
Entonces, no resulta una buena noticia que los dominicanos que residen en los Estados Unidos superen los 2 millones, como tampoco debe ser motivo de orgullo el tema de las remesas, porque su principal causal, está en el fracaso de las políticas públicas y privadas con sesgo excluyente, que no le han permitido a esos nacionales quedarse y desarrollarse en la tierra que los vio nacer; sino que, por el contrario, la salida ha tenido un carácter individual
No discutimos la importancia de las remesas. A nivel microeconómico, casi el 12.0 % de los hogares dominicanos recibe remesas y resultan útiles para sustentar el consumo de la canasta básica de alimentos y otros gastos como el alquiler de vivienda, salud y estudios de pregrado y universitario. Las remesas ayudan para que la pobreza general sea un 2.0 % menor.
En lo macroeconómico, los US$ 8,219 millones de remesas que ingresaron al país en el 2020, en esa oportunidad, como en las anteriores, apoya la balanza de pagos, por el lado de la cuenta corriente, a las reservas internacionales -ofreciendo apoyo a las importaciones, estabilidad al tipo de cambio, confianza a los inversionistas-, y también, es útil como un efecto anti inflacionario, al reducir el riesgo de la depreciación monetaria.
Pese a esos efectos positivos en lo micro y macro, las remesas en dólares, es una divisa liquida que recibe la economía dominicana a cero costos, al país no tener que hacer ningún tipo de inversión para generar los montos que todos los días el mercado cambiario transa, proveniente especialmente desde los Estados Unidos y de parte de los trabajadores migrantes dominicanos que allí residen.
Mientras las remesas ingresan a cero costos a dominicana, la economía local para generar productos exportables y divisas, se invierte y se asumen riesgos climáticos, cambiarios, de plagas, etc., en el sector turismo, para atraer dólares, se invierte, en ocasiones con impactos ambientales negativos, se les otorgan incentivos fiscales, como las exenciones impositivas y a la inversión extranjera, también se le atrae con políticas con innumerables facilidades.
En la carrera de cuáles sectores generan más divisas a la economía nacional, si bien las exportaciones la lideran con un monto que superan los US$ 10.0 mil millones al año, las remesas se le acercan, al superar los US$ 8.0 mil millones anual y se estima que podría superar los US$ 9.0 mil millones al cierre del 2021.
Respecto a los otros sectores generadores de divisas con costos, se encuentran el turismo y la inversión extranjera, la primera produciendo sobre los US$ 7.0 mil millones y la segunda, superando los US$ 2.5 mil millones, ambos al año y además, con montos inferior al que generan las remesas de los trabajadores dominicanos migrantes.
El envío de remesas a la economía dominicana muestra una tendencia creciente a lo largo de las últimas décadas. Particularmente, en forma focal, en los últimos años, para el 2016 ascendieron a US$ 5,260 millones, luego en el 2018 a US$ 6,494 millones, en el 2020 a US$ 8,219 millones y a agosto del 2021 se sitúa en US$ 7,031 millones. Del 2016 al 2020 las remesas han crecido en un 56.2 %, equivalente a un aumento de US$ 2,959 millones.
En millones US$
Año | 2016 | 2017 | 2018 | 2019 | 2020 | 2021* |
Remesas | 5,260 | 5,911 | 6,494 | 7,087 | 8,219 | 7,031 |
% del PIB | 7.0 | 7.4 | 7.6 | 8.0 | 10.4 | 11.0** |
Fuente: Página Web del Banco Central y cálculo del autor. * A agosto, 2021 y ** Estimación Ministerio de Economía y Planificación.
En millones US$ y %
México | Guatemala | Rep. Dom | El Salvador | Colombia | Honduras | Ecuador |
27,903 | 9,709 | 7,031 | 4,900 | 4,858 | 1,207 | 920 |
22.5 | 38.5 | 38.6 | 35.1 | 31.4 | 18.1 | 28.0 |
Fuente: Páginas web de los respectivos Bancos Centrales
Paralelamente, las remesas también evidencian un crecimiento dentro de su participación en el producto interno bruto (PIB), al registrar un aporte de un 7.0 % en el 2016, luego de un 7.6 % en el 2018, después de un 10.4 % en el 2020 y se estima que para el cierre del 2021 se coloque en un 11.0 % del PIB.
La coyuntura por la que ha venido atravesando la economía de los Estados Unidos, primero con las facilidades monetarias que se les otorgó a sus residentes, en ocasión del impacto del Covid-19 y luego, por la recuperación que ha estado manifestando, esos factores han favorecido el envío de remesas hacia América Latina. En términos de cómo se han comportado las remesas durante el 2021 en los principales países receptores de la región, encontramos que, lo lidera México, con un monto de US$ 27,903 millones de enero a julio, seguido por Guatemala con US$ 9,709 millones de enero a agosto, luego por República Dominicana con US$ 7,031 millones también de enero a agosto, continua El Salvador con US$ 4,900 millones para iguales meses, seguido Colombia con US$ 4,858 millones, y Honduras con US$ 1,207 millones, estos dos últimos de enero a julio.
El incremento en términos relativos ha sido como sigue: República Dominicana con un 38.6 %, Guatemala 38.5 %, El Salvador 35.1 %, Colombia 31.4 %, Ecuador 28.0 %, México 22.5 % y Honduras 18.1 %. La Comisión Económico para América Latina (Cepal), ubica en un 32.0 % el crecimiento de las remesas en la región para el primer semestre del 2021.
Como se ha podido apreciar, el fenómeno del crecimiento de las remesas en la actual coyuntura no resulta un evento único para la República Dominicana, sino que, por el contrario, forma parte de una situación general en la región, e incluso, de otras latitudes; por lo que, razones hay para recibirlas con beneplácito, pero no para atribuírsela al éxito de una política económica y mucho menos a una gestión gubernamental.
El logro del aumento de las remesas le corresponde a los 2.1 millones de trabajadores migrantes dominicanos que residen en los Estados Unidos, que se desprenden de sus ingresos para compartirlo con sus familiares y allegados, beneficiando por ese conducto a la economía dominicana.