Las retrancas en el DR-CAFTA

Las retrancas en el DR-CAFTA

FABIO R. HERRERA MINIÑO
El país sufre las consecuencias de su cerrada burocracia y los numerosos obstáculos que por leyes, reglamentos e interpretaciones antojadizas de los funcionarios de turno, han obstaculizado de mala manera que el país aproveche los incentivos en el intercambio comercial con Estados Unidos y los países de América Central.

Aquí, el empresario es un héroe para desarrollar sus actividades, y al menos que no esté bien amarrado al poder de turno o que recurra al contrabando flagrante, como lo hace las mayorías de los importadores, o la evasión de impuestos, hacer un negocio resulta una hazaña colosal que ahora se nota el tremendo abismo que nos separa de los países centroamericanos, que ya nos llevan ventajas y están invadiendo el territorio con sus productos, hasta de mejor calidad que los nuestros. Mientras, con tantas barreras legales y burocráticas las exportaciones no aumentan, con excepción de lo que ocurre con el níquel, las cervezas, el ron y contados productos del agro como el azúcar, el café y el tabaco.

Se han estado realizando numerosos encuentros y seminarios para determinar qué ha pasado en un año de vigencia del DR-CAFTA. En todos se evade elegantemente señalar a los culpables y no llegan al meollo de la realidad, de que la burocracia, enquistada en los estamentos oficiales a todos los niveles, es la retranca que impide que los beneficios de ese acuerdo se sientan con un aumento apreciable de las ventas al exterior.

Y no es hora de lamentarse, o de buscar el culpable de siempre, por ese complejo de inferioridad que afecta a los dominicanos, que vemos en cada extranjero que nos quieren engañar. Entonces la pro positiva, que debería ser la distinción de un ser humano optimista, se pierde y nos quedamos lamentado las oportunidades perdidas, como ocurre con el intercambio comercial, por los factores ya mencionados de una singular dictadura de leyes y reglamentos, oriunda de la tiranía de Trujillo, que persiste y hace ver en cada empresario emprendedor, uno que quiere ganar más de la cuenta y afectar los intereses de las mayorías de los pobres que esperan un cheque del Estado bajo las más diversas y eufemísticas denominaciones, o eventualmente irse del país por la vía más expedita.

En esta temporada electoral, es arar en el mar el insistir en que se revisen los escollos que tanto agobian a las empresas y sus deseos de exportar. También es necesario copiar de cómo han actuado los países centroamericanos, rivales en los negocios, que han sido más agresivos e inteligentes, dejando marginado al país en ese acuerdo comercial. Mientras tanto, aquí estamos envueltos en una agresiva campaña electoral y no hay tiempo en pensar en el futuro del país. Todos los problemas nos caerán encima cuando despertemos de esta chercha política y finalmente se elija un presidente, sin sombras de dudas y acusaciones de los perdedores, de un fraude colosal.

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