Si hay una cosa en la cual el pueblo dominicano está claro, es que este gobierno ya no sirve para inspirar confianza en los pequeños ahorradores. En esto hay unanimidad, lo que es muy raro en un país que siempre ha vivido muy dividido y esto incluye hasta los propios miembros del PLD.
Y esto no es para motivo de asombro o sorpresa, por que el desprecio con que desde su primer ejercicio el gobierno se ha manejado, olvidando la clase media en forma más que evidente.
Ahora, solamente hace falta que responsabilice de la infección de nuestro sistema financiero a la pasiva oposición que nos gastamos. Es que la nueva cohorte socialista improvisada, por causa de su ignorancia de la Historia Trujillista, suministraron al Gobierno un abanico de estereotipos también falsos, y ahora resulta y es obvio, que en esta crisis los factores psicológicos han tenido una importancia decisiva en la economía, como la que ha tenido siempre: la búsqueda de la seguridad por el pequeño inversor, que hace mayoría al final de cuentas, al constituir diversos depósitos, hipotecarios, etcétera, que determinan la bonanza y el crecimiento. Y crea la confianza, pero este Gobierno no ha perdido la oportunidad de pisarle el callo durante sus largos años de ejercicio.
¿Cómo puede el Gobierno pedir ahora a este pujante sector calma y confianza? Cómo puede pedir al empresariado, al hacendado o productor de leche su contribución a la paz? ¿Es que no reconoce el gobierno, que la mayoría social, lo percibe como una cuadrilla de corruptos, (salvo mínimos casos), mentirosos y mentecatos? ¿Olvidó acaso que es difícil borrar esa imagen de colección de embusteros, frente a una situación tan evidente de descontento y angustia colectiva por la inseguridad y desprecio con que se ha tratado a la sociedad? Si no lo sabe, que lo investigue a fondo, y verá los resultados.