¡Las seis claves que se envidian del Central!

¡Las seis claves que se envidian del Central!

Píndaro se ha ubicado en pleno techo del edificio de molienda del Central Romana, aprovechando el interesante olor a paz que despide su proceso destinado a asegurar a gran parte del país y de la industria nacional el lado dulce de las cosas… Su mirada va más allá de un simple horizonte, pues de su mente no han podido escapar los comentarios aireados, tanto en interesados círculos dominicanos como en sectores internacionales dedicados a desestabilizar los sólidos e históricos procesos de desarrollo de la industria azucarera dominicana… Herminio lo mira desde no muy lejos, a la espera de ver qué más va a hacer, aparte de seguir sentado y meditando… “Oye –le grita a Píndaro-, baja de ahí para que hablemos.. Ya sabes, que de unas fotos captadas en un área de propiedad privada, se han creado y manipulado desagradables situaciones, llevando un trasnochado mensaje de mal vivir, sin siquiera confirmar luego el origen de lo registrado… ¡Acaba de bajar!” –exclama Herminio-.

“¡Ya voy, ya voy!”-, exclama Píndaro, mientras disfruta dejarse caer a través de un inmenso techo-tobogán-… Una vez abajo, es Herminio que le increpa: “La falsa ignorancia, no solo en un extenso y comprometido sector nacional que se dice llamar defensor de los derechos humanos de los haitianos braceros en los bateyes, sino además en poderosos tentáculos en playas extranjeras parecen certificar que cuando se quiere hacer daño protegiendo intereses malsanos, se es capaz de hacer propio el desconocimiento de una gran verdad, porque aceptarla duele… Y duele, porque el éxito trae consigo la envidia que corroe las entrañas…”.

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“Hace unos días certifiqué –comenta Píndaro, luego de poner pies sobre la tierra-, que en este centro generador de vida se garantiza el trabajo de mano de obra agrícola, sobre la cual se abren seis enriquecedoras y valiosas buenas prácticas administrativas y gerenciales, que nadie puede –en su sano juicio y salvo intereses espurios-, se debe atrever a ser capaz de ignorar o siquiera manipular para distorsionar”… “¡Pero si ya lo han hecho! –exclama Herminio, mientras clava sus ojos en Píndaro-… Una serie de fotografías fueron creadas adrede y ubicadas en la categoría de ‘obras artísticas’, para ser cedidas al mejor postor -, o, quizás, al mejor impostor-, ignorando de forma rampante que la filosofía del Central Romana es desarrollada cada día entre su gente –desde la cabeza de la empresa hasta el más digno bracero-… La garantía del trabajo, las facilidades de un único y ejemplar servicio de salud, planes de viviendas con características únicas, programas para la actualización y el fomento educativo, desarrollo de valiosos procesos alimenticios, y fomento del deporte entre su gente, son la punta de lanza que hoy la llevan clavada en el corazón aquellos que han querido hacer daño tirando la piedra y escondiendo la mano”, sentencia Herminio-.

Píndaro, que no acaba de salir de su asombro con la prohibición de las exportaciones de este valioso centro de producción, refuerza sus creencias en contundentes hechos que han sido ignorados … Pareciera ser que esta medida, producto de una supuesta investigación nacida en ideas manidas, han pretendido ignorar que en el Central Romana sus empleados perciben ingresos de 50% mayor que el valor pagado como el salario mínimo más alto del sector agrícola nacional para jornadas de 8 horas… Todo parece indicar que se ha querido ignorar, para sustentar verdades a medias, que las jornadas de los trabajadores agrícolas –en especial los braceros-, ¡es de menos de 7 horas diarias, incluyendo horas de descanso!, pero ganando como si fueran la ocho completadas… A todos ellos le son garantizados servicios de salud, sin costo alguno… Los bateyes de residencia de sus braceros, ha estado sujeto a mejoras que hoy reflejan una inversión que ha superado ya los 20 millones de dólares… 54 escuelas reciben cada día a los hijos de los residentes en las comunidades cañeras… Los planes de alimentación vigentes en sus bateyes son únicos y ejemplares… Y, como si no fuera poco, cada año se motorizan diferentes torneos interbateyes e interdivisionales, en siete canchas rurales dispuestas por la compañía para ellos”.

Ya en voz alta, Píndaro sentencia: “Lo que va, viene… Estas seis claves han

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