Las semejanzas entre la competencia y la protección al consumidor

Las semejanzas entre la competencia y la protección al consumidor

En el año 2005, el profesor Spencer Weber de la Universidad de Chicago, publicó un ensayo titulado » En busca de la Justicia Económica: Consideraciones sobre las leyes de Competencia y Protección al Consumidor». En el mismo afirmaba lo siguiente: “Las leyes de competencia y de protección al consumidor están íntimamente relacionadas, son dos caras de la misma moneda…”.

En este artículo abordaré la relación que existe entre las Políticas de Defensa de la Competencia y los Derechos de los Consumidores desde el punto de vista de sus diferencias, la convergencia y la coordinación que debe haber entre estas dos políticas públicas.

Con una política de competencia el país se beneficiará porque permitirá promover, proteger, garantizar y mantener las condiciones de competencia en el mercado con la finalidad de eliminar o limitar obstáculos que pudieran incidir negativamente en la eficiente asignación de los recursos en la economía y contribuye a promover un mayor crecimiento económico que redunde en un mayor bienestar para el consumidor.

La política de competencia se relaciona con la protección al consumidor, la propiedad intelectual y las prácticas desleales de comercio (Dumping y Salvaguardia). Todas ellas comparten la finalidad de regular y ordenar el funcionamiento de los mercados en una economía.

Tanto la política de competencia como la protección al consumidor se complementan de forma natural y le sirven a un objetivo común, que es mejorar el bienestar  del consumidor cuando este adquiere una mercancía o un servicio.

No obstante, compartir ambas ramas del derecho económico un objetivo común y la necesidad reconocida que éstas operen interrelacionadamente, ellas tienen diferencias al momento de poner en práctica los instrumentos jurídicos y económicos de cada una de ellas.

Por lo tanto, la población dominicana debe empoderarse tanto de la Ley No.358-05 de Defensa al Consumidor y la Ley No. 42-08 sobre la Defensa de la Competencia con la finalidad de hacer valer  sus derechos y evitar la confusión al momento de exigirlo, ya sea de forma individual como a través de sus las organizaciones representativas.

¿Cuál es la diferencia entre Defensa de la Competencia y Derechos del Consumidor?

La racionalidad económica detrás de cada una de ella es diferente y se encuentra determinada por el problema económico. Las políticas de competencia buscan el establecimiento de un mercado de competencia perfecta, lo cual es una aspiración ideal. Sin embargo, esto es un objetivo inalcanzable y contraproducente con la existencia de una economía de escala.

La política de Defensa de la Competencia prohíbe acuerdos que violan la igualdad de condiciones, acuerdos de fijación de precios o cantidades y todo acuerdo que ponga en riesgo la libre competencia y afecte al consumidor.

Por su parte, las políticas de defensa del consumidor están orientadas a subsanar las ineficiencias del mercado en que se desenvuelven los consumidores y que proviene de la“brecha informativa» que surge en el momento que un productor posee mucha información sobre el producto que vende,  que aquella que los consumidores conocen en el momento de buscar un producto en el mercado.

En este sentido, los derechos del consumidor abarcan un espectro amplio de áreas, como son la publicidad engañosa, los contratos de adhesión, calidad. Lo que se pretende es llevar certeza y seguridad jurídica en las relaciones contractuales entre compradores y vendedores.

La diferencia de elementos que tratan ambas disciplinas, establece una independencia sustancial en las funciones económicas. Es decir, las herramientas que son utilizadas para la defensa del consumidor como la mediación y conciliación son inapropiadas para abordar la prohibición de prácticas anticompetitivas, y viceversa en relación a los instrumentos de la defensa de la competencia  se utilizan los estudios del mercado relevante y la posición dominante de los agentes económicos.   

La coordinación de ambas políticas es vital. Por lo tanto, ProConsumidor y  ProCompetencia, deben ser dos instrumentos importantes en una economía moderna y que bien aplicados pueden optimizarse sus resultados positivos mediante la sinergia de esfuerzos.

Dedicado a la Lic. Altagracia Paulino y la Sra. Rosario López, defensoras de los derechos de los consumidores.

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