Ayer eran sinónimo de días grises y llanto celestial. Hoy, sin embargo, ellas se erigen como el símbolo de la protesta y el reclamo. Al hacerlo, las sombrillas han terminado siendo las verdaderas protagonistas de marchas y vigilias.

Las primeras en aparecer, el 5 de noviembre del año pasado, fueron las amarillas. Abiertas frente al Palacio Nacional, llegaron de la mano de los representantes de varios grupos populares que reclamaban el cumplimiento de la Ley 66-97, que establece que se destine el 4% del Producto Interno  Bruto (PIB) o el 16% del Presupuesto Nacional, el que fuere más alto de los dos, al Ministerio de Educación.

En aquella oportunidad, cuando aún no existía la Coalición Educación Digna, los convocantes eran el Centro Juan Montalvo, Foro Ciudadano, Copadeba, Ciudad Alternativa, Juan XXIII, Participación Ciudadana, el Centro Bonó, La Lucha y grupos de San Cristóbal.

A partir de ese momento, las vigilias se realizaban cada viernes frente al Palacio Nacional. Además iban los lunes al Ministerio de Hacienda y los demás días frente al Congreso Nacional.

Pero no fue hasta  el lunes 6 de diciembre que el amarillo se convirtió en verdadero sinónimo de educación. Ese día se llevó a cabo el “Lunes Amarillo”, una jornada nacional en la que la gente salió vestida de amarillo en reclamo del 4%.

Verde y negro.   El pasado lunes 4 de abril nuevas sombrillas aparecían en el escenario local. Verdes, como la esperanza, llegaron hasta la Procuraduría General de la República en reclamo de que el organismo investigue el paradero de un niño de cinco años que fue raptado por su padre en la Fiscalía de Puerto Plata.

El piquete estuvo encabezado por la madre del menor, María Virginia Borrell, quien el pasado 8 de marzo le pidió ayuda al presidente Leonel Fernández para encontrar a su hijo que fue secuestrado el 4 de marzo por su padre,  el suizo Marcos Aurelio Giuseppe Streeit, cuando estaban en el Tribunal de Niños, Niñas y Adolescentes de la ciudad de Puerto Plata.

Al día siguiente, el martes 5 de abril, fue el día de las sombrillas negras. Esta vez fueron los médicos los que decidieron usar ese símbolo de protesta para pedir que les paguen los sueldos atrasados por concepto del pago del programa “Cierre de Brechas”, que auspicia el Banco Interamericano  de Desarrollo (BID).

Así, con múltiples colores, las sombrillas son ahora las reinas de las protestas en la República Dominicana.