Las tarjetas rojas abundarán por los árbitros en el Mundial de Fútbol

Las tarjetas rojas abundarán por los árbitros en el Mundial de Fútbol

LONDRES (AP) .- Advertencia a todos los futbolistas de las 32 selecciones de la Copa Mundial: basta de fingir faltas.

Los 23 árbitros designados para dirigir en el mundial de Alemania tienen instrucciones muy claras de poner mano dura contra las faltas y las simulaciones que se han convertido en el lastre del fútbol moderno.

La FIFA quiere, en lo que algunos consideran como un desafío quijotesco, sanear el fútbol de malos hábitos que empañan muchos partidos.

Codazos, faltas que atenten contra la integridad de un rival o cualquier conducta violenta se castigará con una tarjeta roja, medidas disciplinarias y suspensiones.

Las tarjetas amarillas serán automáticas por actos como sacarse la camisetas, jalonear a un rival y obstrucción.

Varias de las normas que rigen el deporte debían entrar en vigencia el 1 de julio, pero se decidió adelantarlas para el mundial que arranca el 9 de junio.

«El mundial es la plataforma perfecta para transmitir este mensaje al planeta», dijo el presidente de la FIFA Joseph Blatter.

Otro cambio que entrará en vigencia es el que quizás le cause más problemas a los árbitros. Tienen instrucciones de castigar a los jugadores que simulen faltas o se dejan caer en el área en busca de un penal.  Los dirigentes del fútbol temen que el deporte se desprestigie con el ejemplo de jugadores talentosos que en forma deliberada y cada vez más frecuente tratan de tomarle el pelo a los árbitros con faltas inexistentes. Después de todo, los árbitros no pueden recurrir al vídeo. Las quejas por malos arbitrajes son pan de cada día en los mundiales, pero las protestas de los técnicos alcanzaron su punto más alto en Corea-Japón 2002. Selecciones, como la de Italia, se declararon víctimas de fallos groseros que le costaron la continuidad.

El mundial constituye el pináculo de la carrera de un árbitro. Sus ilusiones en dirigir partidos en las rondas finales depende de la firmeza con la que apliquen el reglamento. No cabe duda que los criterios de los arbitrajes cambian dependiendo del país o la región. Una entrada fuerte en Inglaterra valdría una reprimenda verbal, pero en Escandinavia y Norteamérica ello significa la roja directa, donde las normas se interpretan al pie de la letra.

Los árbitros de los países meditarráneos tienden a ser más permisivos en cuanto a faltas «técnicas» o de adrede, como jalar la camiseta o arrojarse.

En el mundial que se aproxima, los 23 árbitros provendrán de 21 países y este año deberán estar al pico de su condición física. Aunque hay media docena en la lista de reservas, sólo 23 podrá pitar. Un total de 36 lo hizo en el anterior.

En Alemania, el más joven será el australiano Mark Shield, de 32 años. El más veterano será el ruso Valentin Ivanov, ya casi cerca del límite de los 45.

La edad es una virtud a este nivel, donde la presión que proviene de técnicos, jugadores, hinchas y la prensa puede ser intolerable.

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