Las textileras dominicanas sobrevivirán a China

Las textileras dominicanas sobrevivirán a China

POR CARMEN CARVAJAL
Aunque el cese del Acuerdo Multifibras impactará negativamente a la industria textil de zona franca dominicana en los próximos 18 meses, ésta se recompondrá y sobrevivirá al impacto y sólo una mala política gubernamental puede afectar seriamente su competitividad y llevarla a la ruina.

Arturo Peguero, presidente de la Asociación Dominicana de Zonas Francas (ADOZONA), entiende que ya desde el año pasado el país comenzó a perder inversiones en el sector textil, debido a que muchas empresas iniciaron el éxodo hacia China, en busca de menores costos.

Es un proceso que los expertos dominicanos entienden que se extenderá por un período de tres años, incluyendo el 2004 y en el que podrían perderse, en principio, 40,000 empleos y US$600 millones en exportaciones, equivalente en ambos casos al 40%, pero que será superado con la ayuda del acuerdo de libre comercio entre Centroamérica, Estados Unidos y la República Dominicana.

Y es que las zonas francas han ido perdiendo gradualmente participación en términos porcentuales, en esa área industrial dominicana. Desde el 95% del parque y de la generación de empleos y divisas que tenían en los años 70, han pasado a ser el 50.7 por ciento del total de las empresas y generar el 56% de las divisas.

Están siendo sustituidas por empresas con uso más intensivo de tecnología, pero con mucho menor demanda de manos de obra, ya que la generación de empleos es el fuerte del sector textil.

Y LLEGÓ EL LOBO

El cese del sistema de cuotas establecido mediante el Acuerdo Multifibras, cuya vigencia finalizó con el 2004, se esperaba desde hace diez años, cuando la medida se acordó tras negociaciones en el seno de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Cuando 1994 se acordó que en diez años se eliminara el ATV (Acuerdo de Textiles y Vestidos), aparentemente los países que lo pactaron, incluidos Estados Unidos y la Unión Europea, no esperaban que la economía china evolucionara como lo ha hecho en la última década.

Según explica Peguero, presidente de ADOZONA, la eliminación se haría gradual, en tres etapas, para evitar el choque traumático en los países acostumbrados en el régimen de cuotas.

En la primera etapa, que sería del 1994 al 97, y en la segunda, del 97 al 2002, se irían eliminando cuotas gradualmente, en cada caso a elección de los países, de manera que la industria se fuera adaptando a la nueva realidad.

La tercera etapa entraría al finalizar el 2002, con el cese absoluto del ATV.

Sin embargo, los países signatarios, esperanzados en que podría lograrse una extensión del multifibras, no se acogieron a la gradualidad y en las dos etapas señaladas anteriormente, se limitaron a eliminar artículos que ya de por sí estaban fuera de cuota, tales como cortinas o sábanas y dejaron intactas las de ropas de vestir.

En busca de la extensión del plazo crearon un comité, en el que participaron la República Dominicana y Estados Unidos.

En el caso de Estados Unidos, cuya voz siempre es potente en estos foros, se dio un caso dual, puesto que se presentan tres posiciones:

Están las fábricas de telas, componentes y accesorios para ropa, que podrían ser desplazados por los orientales y que favorecían una prórroga del multifibras.

En segundo lugar están los importadores, denominados braind name, a quienes les conviene el cese del régimen de cuotas, porque pueden abaratar sus costos significativamente. Y el gobierno que aunque quiere proteger a su industria, y sobre todo, el componente agrícola del sector, que es la producción de algodón, está consciente de que la eliminación de las cuotas favorece al consumidor, porque propicia precios más baratos.

Peguero recuerda que los norteamericanos tienen firmado un acuerdo bilateral que les permite imponer cuotas textiles a China hasta el 2008, período que puede ser utilizado para mejorar la competencia de su industria y que, de alguna manera, favorece al país.

EL CASO DOMINICANO

Para el presidente de ADOZONA, las expectativas del sector textil dominicano para el presente año no son tan negativas como pudiera esperarse, tras el cese de las cuotas.

Basándose en las estadísticas más recientes y en un estudio de competitividad realizado por consultores internacionales, pronostica un aumento de las inversiones en las áreas de fabricación de tela y otras materias primas para la industria de confecciones textiles.

También espera una evolución acelerada y positiva de las empresas de confecciones de ropa, añadiendo a su oferta actual procesos de pre producción (localización de tejidos, accesorios, etc.), logística y mercadeo especializado.

Esto es, que la industria textil logrará una mayor integración vertical, adicionando valor agregado nacional, tecnificación e incremento de la capacitación del personal.

Sin embargo, el presidente de ADOZONA entiende que hay muchos pasos que el país debe dar para resistir el aluvión textil que viene de oriente. Especialmente lo que tiene que ver con infraestructura como caminos y puertos, de modo que se puedan reducir los tiempos para colocación en puertos y embarques de la mercancía. También hay que mejorar la seguridad en las Aduanas y adaptarla a los tiempos.

Peguero se quejó de que la República Dominicana es el único país del mundo donde las aduanas cierran durante el fin de semana y aseguró que en todas partes, y especialmente en los países de la región que compiten con los productores locales, las aduanas trabajan 365 días al año.

Entiende que en gran medida el sector privado ha hecho la transición y que ya las industrias textiles dominicanas no son las fábricas de ensamblajes del principio.

Ya son empresas que ofrecen el paquete completo de servicios y a las cuales las importadoras norteamericanas sólo les dan el diseño y ellas se ocupan de todo, desde buscar las telas y accesorios, hacer los patrones, confeccionarlas, hacer los ajustes necesarios y colocar las prendas en las tiendas, listas para que el clientes las lleve.

Incluso, están listas para cubrir las prendas que se van vendiendo directamente en las tiendas y en las cantidades exactas que sean demandadas.

Es decir, ya las grandes empresas textiles dominicanas, más que paquetes de productos, ofertan paquetes completos de servicios.

En cuanto a ensamblaje, las empresas mayores tienen divisiones de ensamblaje. Además, los tres grandes grupos ( Grupo M, Interamérica y D Clase) subcontratan unas 24 empresas ensambladoras.

El TLC

El acuerdo de libre comercio será muy beneficioso para la industria dominicana, entiende peguero, especialmente para los fabricantes de calzados, ya que las reglas de origen que contempla el tratado, son muy flexibles.

Entiende que existe una muy buena oportunidad para las empresas y operarios que dominan la confección de calzados, las cuales en su mayoría fueron desplazadas por los chinos, pero que con el TLC con Estados Unidos pueden retomar su producción con grandes beneficios.

Peguero resaltó que cuando dentro de cuatro años, en el 2008, se elimine el régimen de subsidios, las empresas de zona franca dominicana estarán en condiciones de asumir el reto y competir en el mercado abierto.

LOS NUMEROS

De acuerdo a las estadísticas del Consejo Nacional de Zonas Francas de Exportación, para el 2003 en el país había en operación un total de 269 empresas textiles en las diferentes zonas francas del país.

Durante el pasado año fueron aprobadas otras 37, pero no hay estadísticas oficiales sobre el número de estas que están operando.

Más de la mitad de estas empresas textiles, 147, estaban situadas en la zona norte del país. La Zona Franca de Santiago contaba con 55 textileras, un número mayor al que registran las demás zonas del país de manera individual.

En la zona Este del país operaban al 2003 un total de 54 empresas textiles, 36 en el Distrito Nacional (antes de la división), y 32 en el Sur.

Después de la de Santiago, en sus dos etapas, la zona franca con mayor número de empresas textiles es la de San Pedro de Macorís, con 38, seguida de La Vega, con 30, y Esperanza con diez.

En el Distrito Nacional, la Zona Franca de San Isidro tiene ocho empresas de textiles, la de San Isidro 7, la de Hainamosa 6, igual que la Zona Franca Especial del Distrito Nacional, y cuatro en Las Américas. Hay dos en Gobal y en Villa Mella, y una en Hato Nuevo.

El 45.4 % del total de empresas textiles, equivalentes a 122, son de capital dominicano, que es seguido en importancia por el de Estados Unidos, que cuenta con 109 empresas, para un porcentaje de 40.5%.

El tercer país con mayor inversión textil en el país es Corea, con 19 empresas para un 7.1%. Taiwán tiene cuatro textileras en el país, y Puerto Rico y Colombia, tres cada uno. Con una fábrica textil figuran México, Canadá, Reino Unido, España, Haití, Suiza, Argentina e Italia.

En cuanto al número de empleados, la región norte cuenta con 74 mil, de los cuales 39,772 son hombres y 34,760 son mujeres. La zona de Santiago I y II cuenta con 32,944 empleados.

El número de personas que ocupan las empresas textiles del Este suma 20,448, de los cuales, 7,784 hombres y 12,664 mujeres. En el Distrito el número de empleados es de 14,266, de ellos 3,929 hombres, y 10,337 mujeres. En el sur, el total es de 9,855, de los cuales 3,120 son hombres, y 6,735 mujeres.

El total de empleados en el área textil era al finalizar el 2003 de 119,101, de los cuales 54,605 hombres y 64,496 mujeres.

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