En las sociedades avanzadas las pruebas para la evaluación de la aptitud física en el ámbito de la iniciación deportiva y los programas de identificación y desarrollo de talentos, los especialistas toman en cuenta tres tipos de edades: la deportiva, la cronológica y la biológica.

En una entrega anterior nos referimos sobre la rica experiencia personal que tuvimos en un seminario al que asistimos hace algunos años en ciudad México sobre el tema “Búsqueda y Desarrollo de Talentos Deportivos”, y dijimos que la ponencia que más nos impresionó fue dictada por un experto alemán sobre las distintas edades para la medición de la condición física desde el nivel escolar.

Sin embargo, debido a la limitación del espacio, solo hicimos mención de la innovadora y científica clasificación, sin entrar en mayores detalles. Pero un asiduo lector nos pidió que ampliáramos sobre el mismo por tratarse de una cuestión poco conocida, cuya divulgación podría ilustrar más a los amantes del deporte y al ciudadano común.

La edad deportiva se refiere al inicio del joven en esa actividad y al tiempo de práctica dedicado a una modalidad deportiva. Siempre hay que tomar en cuenta que los distintos deportes no comienzan a practicarse a la misma edad y frecuencia. En algunos por sus características propias pueden iniciarse más temprano que otros. La mejor edad cronológica para el inicio de las competencias en los niños ha sido objeto de numerosos estudios.

Diversas investigaciones han podido comprobar que las actividades de destrezas, como gimnasia y esgrima por ejemplo, permiten una iniciación más precoz, mientras que la lucha, boxeo, pesas, carreras de fondo y marcha atlética, deben iniciar un poco más tarde. También es de consenso que cada niño es diferente a su contemporáneo en su desarrollo y capacidad corporal.

Es decir, que ocurren situaciones entre un grupo de muchachos con la misma edad cronológica, pero se da el caso que una parte está por encima del grupo en cuanto a su edad biológica. Hay quienes entienden que ese desarrollo superior no debe ser empleado para el despliegue de un entrenamiento deportivo especializado intenso, lo cual podría ocasionar trastornos al desarrollo normal.

La edad cronológica parte desde que uno nace y se va desarrollando durante los primeros años de vida. Si bien es importante el parámetro de la cronología, se ha demostrado que realmente no siempre traduce con fidelidad la capacidad orgánica. La evaluación debe realizarse principalmente en base a la edad biológica, la cual depende más de adaptaciones orgánicas cualitativas, relacionadas al desarrollo orgánico y funcional.

Recomendamos el texto Niños y Jóvenes, Los Ejercicios y su Higiene, de la autoría del especialista dominicano en medicina deportiva Dr. Roberto Reyes Corcino, quien trata diversos temas y hace una atinada distinción entre la iniciación deportiva general y la iniciación deportiva especializada.

La primera tiene como finalidad formar una base orgánica que garantice en el futuro la aplicación de principios fisiológicos en las siguientes etapas de entrenamiento deportivo. Su práctica se relaciona con diferentes modalidades deportivas consecuentes con el desarrollo morfológico en las fases pre-escolar y escolar.

La Iniciación especializada depende de la actitud demostrada por el individuo para la práctica deportiva y su grado de desarrollo físico y de maduración en la pubertad. Se enmarca en el segundo periodo del ciclo escolar (12-14 años), y a veces en la edad biológica del joven. La actividad debe preparar el organismo con una buena base tanto física y psíquica para la futura especialización del alto nivel.

Siempre habrá que tomar en cuenta dentro de la evaluación de la aptitud física y los programas de identificación de talentos, los tres tipos de edades deportivas anteriormente explicados en procura de mejores frutos.