Las urnas en Perú muestran un país dividido sobre el retorno del fujimorismo

Las urnas en Perú muestran un país dividido sobre el retorno del fujimorismo

Lima. Los comicios presidenciales del domingo en Perú, tras los que el economista Pedro Pablo Kuczynski mantiene una ligera ventaja sobre su rival, Keiko Fujimori, muestran un país dividido ante la posibilidad de que el fujimorismo regrese al poder.   Dieciséis años después de que Alberto Fujimori, condenado a 25 años de cárcel, renunciara a la Presidencia de Perú por un escándalo de corrupción, el miedo a que el fujimorismo vuelva al poder ha vuelto a polarizar el país.

De confirmarse los resultados que apuntan a una ajustada victoria de Kuczynski, Keiko Fujimori, de 41 años, que perdió en las elecciones de 2011 frente al actual presidente, Ollanta Humala, sufrirá una amarga segunda derrota en su intento de lograr la Presidencia de Perú.   En opinión del analista político Eduardo Dargent, lo que ponen de manifiesto estos comicios es que el “fujimorismo sigue siendo muy fuerte y el antifujimorismo también».

“Es una identidad que ha marcado la elección».   Para el director de Vox Populi, Luis Benavente, las elecciones muestran un país “polarizado que en el lado del antifujimorismo busca un rostro».   Benavente dijo a Efe que ese rostro fue Alejandro Toledo en las elecciones de 2000, el actual presidente Ollanta Humala en 2011 y Pedro Pablo Kuczynski, conocido como PPK, en las de este domingo.   “El antifujimorismo claramente no tiene una ideología marcada. Puede ser una figura de centro, de derecha o de izquierda. Lo que importa es cerrarle el paso al fujimorismo”, añadió.

Para Benavente, si gana PPK, su triunfo no está dado por una “gestión de campaña eficiente sino por una serie de circunstancias que le fueron favorables».   Tras el buen desempeño de PPK, de 77 años, en el debate electoral del domingo anterior a las elecciones, cuando todas las encuestas daban una victoria a Keiko, la candidatura del exministro de Economía en el Gobierno de Alejandro Toledo cogió impulso ayudada por una serie de denuncias que vincularon al fujimorismo con el lavado de activos y el narcotráfico.

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