Aún cuando el equipo económico del PRD se ha inventado una teoría del equilibrio macro-económico, sustentado en el ingreso de capitales del narcotráfico, lo cierto es que las cifras revelan la estabilidad de los precios y el tipo de cambio en estos seis años es función de la coherencia entre las políticas monetaria y fiscal, el ingreso extraordinario de divisas, especialmente inversión extranjera, y por supuesto el alto nivel de confianza de los agentes económicos en la presente administración.

La coordinación entre la política monetaria y fiscal es fundamental para estimular la economía en momentos de caída, también para reducir la marcha y evitar sobrecalentamientos y así como en el 2004, cuando este gobierno recibió una economía destartalada, de la mano, política fiscal y monetaria fueron austeras y gracias a ello en tiempo récord se recuperó la estabilidad y el crecimiento.

En el 2005, 2006 y 2007 las políticas fiscales y monetarias se mantuvieron flexibles en vista de un escenario internacional de auge y bajos riesgos inflacionarios. En el 2008, frente a un choque externo y una política fiscal expansiva, la política monetaria abandonó la postura flexible para controlar el crecimiento del crédito y la demanda agregada, mientras en el 2009, frente a una contracción del gasto y la imposibilidad de aplicar estímulos fiscales, entonces la política monetaria fue expansiva y contribuyó a mitigar el impacto de la recesión global. Eso se llama coordinación entre la política monetaria y fiscal, algo que faltó en la administración anterior del PRD.

Los economistas del PRD aducen que el déficit en cuenta corriente de la balanza de pagos se ha financiado con la entrada de recursos provenientes del narco, sin embargo el déficit acumulado entre el 16 de agosto del 2004 y el 2010 ascendió aproximadamente a RD$12,000 millones, que fue compensado por la cuenta de capitales, especialmente inversión extranjera directa récord ascendente a US$10,487 millones, que sumado a la inversión en cartera y el flujo positivo de la deuda externa permitió una balanza global positiva, salvo en el 2008, la cual fue financiada con pérdidas de reservas del Banco Central.

Los economistas del PRD saben que un ingreso tan extraordinario de capitales sucios se hubiese reflejado con resultados positivos en la cuenta “errores y omisiones” de la balanza de pagos, sin embargo en ese período esa cuenta ha arrojado valores negativos (fuga de capitales) salvo en e1 2007 y 2009 (US$569 y US$55.4 millones).

Nadie discute la realidad del ingreso de capitales sucios en la economía dominicana, así como en los EU y la mayoría de los países de la región, pero aducir que estos recursos son los responsables de la estabilidad es evadir el bulto del mérito de las presentes autoridades al preservar el equilibrio macro-económico gracias a las adecuadas políticas, el ingreso extraordinario de divisas lícitas y la confianza de los agentes económicos. Eso no pueden decirlo los economistas del PRD de sus gobiernos y mucho menos del último.