Las víctimas propiciatorias

Las víctimas propiciatorias

Los hombres y mujeres, y hasta los niños de a pie de este país, han sido situados con frecuencia entre los fuegos de intereses encontrados y por lo regular ha resultado esa la carne de cañón que aporta víctimas.

Levantiscos núcleos laborales y profesionales arremeten contra servicios públicos, unas veces de educación, de salud o de transporte, decretando ceses de actividad que al final de cuentas quitan poco sueño a sus empleadores y sí perjudican grandemente, directo y en vivo, a la gente que conforma mayoría y carece de alternativas para sustituir a quienes protestan.

Las miles de paralizaciones de clases registradas por los periódicos en decenios, incluyendo las de la UASD y sus satélites, nunca han restado un solo minuto de clases en centros privados.

Sus maestros y catedráticos, muchas veces los mismos del sector público, se exceptúan allí de la lucha sindical.

Los prohombres y sus versiones femeninas del «vanguardismo proletario» prefieren las batallas en los campos de acción que más les deben estar vedados, que son los de servicios esenciales que legalmente nunca deben sufrir interrupción.

A los humildes se les desampara, pues tampoco las autoridades suelen enfocarse en defender sus derechos, enfrentados al derecho de los sublevados que no son más numerosos que las víctimas propiciatorias de siempre, ni son mayores las urgencias de sectores que las de la gran comunidad nacional.

Los 20 años de Diario Libre

Tamaña responsabilidad es la que asumen los órganos de prensa comprometidos con la verdad y la justicia en un mundo de interés dispuestos siempre a romper lanzas por sus causas.

Diario Libre arriba a sus 20 años de creado y lo celebra, como en años anteriores, con la satisfacción del deber cumplido y con firme intención de continuar en su importante rol, formando parte de la familia periodística dominicana integrada por diferentes medios que ejercen la libertad de prensa defendiéndola.

Apreciado y respetado por sus lectores y por la diversidad que caracteriza a esta sociedad, los méritos de Diario Libre siguen certificados y el periódico HOY no deja de sumarse a los reconocimientos ni a la satisfacción que produce su presencia. Felicidades a quienes con muchos acierto lo hacen posible bajo la dirección de Inés Aizpun.

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