Resultan chocantes las declaraciones que ofrecen obispos y autoridades eclesiásticas dentro del sexto Encuentro Mundial de Familias en México, en el que se encontraba el Cardenal Nicolás López Rodríguez.

 El principal representante de la Iglesia Católica en el país junto a las demás autoridades eclesiásticas de la región plantearon que “la mujer es culpable de las agresiones sexuales que sufren por usar ropa provocativa”.

El Cardenal Nicolás López Rodríguez especificó que el uso de “minifaldas, escotes pronunciados exponen a la mujer a violaciones”. Estas declaraciones aparecen en el diario El Universal de México, el 16 de enero de 2009.

Estos planteamientos de la jerarquía de la Iglesia Católica muestran una legitimación de las violaciones sexuales contra las mujeres y fortalecen el ocultamiento de la violación y su denuncia. 

Dejar al hombre libre de culpa porque la mujer “lo provoca” es una total discriminación y humillación contra la mujer. La mujer tiende a sentirse culpable de la violación y  muchas adolescentes que han sido violadas por padres/padrastros han sido expulsadas de los hogares por sus madres.

La Iglesia Católica debería aportar hacia  el cambio de  los patrones de  irrespeto, abuso de poder y violación de los derechos de la mujer-niña-adolescente presentes en la cultura de la masculinidad y no fortalecerlos.

Se muestra así un total desconocimiento de la realidad de las violaciones sexuales en el país y se fortalece el ocultamiento y legitimación de las condiciones en que se producen.

Las estadísticas del Departamento de Delitos Sexuales de la Fiscalía del Distrito Nacional  del 2008 evidencian que el 87% de las violaciones sexuales se producen hacia niñas y adolescentes, la mayoría de las cuales son incestos (realizadas por sus padres-padrastros).

ENDESA 2007  muestra que el 10 % de las mujeres entre 15-49 años en el país han sido violadas. El principal violador son las parejas y ex parejas, 54.3%, 10.3% amigos y  11% parientes (padres, padrastros, tíos).  ¿Provocan  ellas las violaciones sexuales, siendo sus parejas o familiares los principales violadores?

Posiciones como las que muestra la Jerarquía de la Iglesia Católica contra la mujer, niña y adolescente, son las que fortalecen la tendencia a que se busque una mayor penalización del aborto, donde no se considera a la mujer ni a la niña violada ni el posible riesgo de muerte de éstas.

Se hace necesaria así la despenalización del aborto en casos en que la mujer esté en riesgo de muerte, casos de niñas-adolescentes violadas e incesto, pues con ello se favorecería la preservación de la vida de éstas.