Las viviendas económicas y sus cargas impositivas

Las viviendas económicas y sus cargas impositivas

El gobierno anunció que exonerará todas las tasas tributarias y los impuestos a los constructores que desarrollen proyectos de viviendas económicas, y prometió buscar medidas para que las tasas de interés de los préstamos para la adquisición de viviendas sean fijas por tres años.

También cederán terrenos del Estado para la construcción de las referidas viviendas, cuyo costo se transferirá a los adquirientes en forma de bonos, lo que realmente contribuirá a bajar los costos de construcción y, por ende, el precio de las viviendas.

El principal objetivo es dinamizar el sector de la construcción y abaratar los precios de las viviendas de forma tal que sean  asequibles a un gran número de familias. Las exenciones son para viviendas de hasta seis millones  pesos. Con estas disposiciones, las familias tendrían un gran ahorro en las compras de estas viviendas económicas y de clase media.

Saludamos que el Estado y el sector privado busquen alternativas para tratar de paliar el gran déficit habitacional que tiene el país y, por ende, dinamizar este gran sector de la  construcción.

En la reunión que sostuvo parte del sector construcción con el presidente de la República, doctor Leonel Fernández, en días pasados, en la casa de gobierno, faltaron actores de primera fila, como son el presidente del Colegio Dominicano de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores (CODIA) y el presidente de la asociación de Bancos Comerciales de la República Dominicana. No todos los constructores de viviendas estaban ahí representados, y no había  necesidad de  un sector tener cinco miembros en esa reunión. A esto hay que agregar que no se fijó el porcentaje a que se prestarán esas tasas de interés. De qué vale que se fijen las tasas de interés por tres años, si las mismas no están por debajo de un 10% que, en la mayoría de los casos, los bancos anuncian la disminución de las tasas, cuando en la realidad no aplican esas rebajas a sus clientes.

Para adquirir un préstamo hipotecario según las normas vigentes, hay que disponer para el pago de estos empréstitos del 25% del sueldo, lo que hace prácticamente imposible que nuestros trabajadores puedan acceder a una vivienda digna en base a estas hipotecas. Evidentemente que habrá que seguir buscando alternativas.

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