FABIO R. HERRERA-MINIÑO
Las generaciones que se han desarrollado en Occidente después de la II Guerra Mundial han confrontado problemas de diversas índoles en su aprendizaje, tecnificación y profesionalización. Y eso es más grave en los países subdesarrollados que han llevado la peor parte de esa crisis en la educación provocada en la mayoría de las veces por la politización de los sindicatos de maestros entregados a una izquierda trasnochada, también por la irresponsabilidad de y populismo de los gobiernos.

No hay dudas que el extraordinario avance que ha experimentado China en los pasados diez años, después de cambiarle la cara al sistema comunista y el que en los pasados cinco años lleva a cabo la inmensa India con su enorme lastre de los intocables y de pobreza infinita, habla a las claras que la educación tradicional se ha modificado no sólo con disciplina sino con innovaciones, y les sigue los pasos a lo que en pocos lustros han realizado los japoneses, los taiwaneses, coreanos y hasta los malayos.

En esos países asiáticos con menor inversión en la vida de un estudiante a lo que se invierte en Estados Unidos, han llevado a la cumbre a sus profesionales de la ingeniería y los norteamericanos han descendido notablemente en la escala de competencia de esos mismos profesionales. Ese menor costo en la preparación excelente de los profesionales asiáticos está determinada por los avances educativos así como la disciplina que conlleva una forma de vida desde el hogar sin las interferencias de la política populista, que una vez era la obediencia a las consignas del marxismo.

En la época dorada del marxismo antes de 1989, el nivel educativo de los pueblos eslavos y de la Europa Oriental era excelente, por algo han repuntado en sus economías y compiten con las demás naciones europeas, pero Rusia exportaba el caos y el desorden a la educación de los demás países, para promover el atraso y tener las masas disponibles para los alzamientos populares. De ahí que los gremios magisteriales se convirtieron en las puntas de lanza para impedir el desarrollo de muchos países y hasta en los poderosos como los Estados Unidos se fortalecieron los gremios de los maestros y disfrazando de reivindicaciones sociales y económicas crearon las condiciones para el descenso de la calidad del profesional de ese país.

Si Estados Unidos tiene una deserción de 2,000 estudiantes por día ¿qué podríamos esperar países como los nuestros con gremios de maestros infiltrados en sus conductas por un radicalismo y un propósito de dañar las generaciones de niños y jóvenes puestos en sus manos?.

Entonces se impone un cambio radical en el sistema educativo que ya en los Estados Unidos se va imponiendo como una revolución de la enseñanza buscando que el estudiante norteamericano conquiste un lugar cimero en su capacidad y a la vez irle quitando presencia y fuerzas a los gremios de maestros culpables de las fallas de la educación en Occidente.

El novedoso sistema que promueve la entidad norteamericana Cisco Systems, que a través de uno de sus vicepresidentes, señor Woody Sessoms, ofreció amplios detalles de lo novedoso de una educación apoyada en el Internet, para dar a los estudiantes una mejor preparación y no depender de la enseñanza tradicional, augura un ambiente que gracias a la visión del presidente Fernández podría poco a poco penetrar en el país siempre y cuando se puedan vencer la resistencia natural que como una barrera establecerán muchos que viven de la educación. Los docentes como los políticos perderían sus vigencias cuando la educación deje de depender de las escuelas con muchas aulas que necesitan de constante reparación o de nuevas extensiones. La educación en el siglo XXI se encaminará hacia un estudiante que debidamente guiado organice su enseñanza sin depender de maestros incapaces o dedicados a la perturbación de los estudiantes con sus constantes huelgas y demandas salariales.

Cisco Systems transita un sendero de la innovación educativa, y la concepción que forma parte de su estrategia da cuenta que se podría lograr que países como el nuestro modifique su situación actual, con la cual será imposible competir eficazmente en el marco del libre comercio, cuando otras naciones nos llevan un gran adelanto en tecnología, disciplina y moral ciudadana.

El señor Sessoms, en su exposición en el salón de actos de Funglode, sembró inquietudes. Ojalá que las mismas no reciban la reacción natural, que como decía Jesucristo de sus palabras, de aquellos que la recibían con entusiasmo pero eran como la semilla que cayó entre espinas, y al brotar el fruto no resistió el ambiente y mueren. Eso no debe suceder con la innovación educativa, ya que es de vida o muerte para el futuro dominicano, que dependerá de una nueva educación transformadora de la mente.