Se necesita una revolución cultural para erradicar la violencia, considera Harold Segura, director de Fe y Desarrollo de World Vision para América Latina, en su conversatorio sobre el libro “Ternura: la revolución pendiente”, en la Universidad Nacional Evangelica.
Este pastor colombiano, editor y co-autor de la publicación junto Anna Christina Grellert, dijo que la misma nace por una encuesta global hecha a niños y niñas sobre cuáles eran las problemáticas más sentidas para ellos, y que dio como resultado para su sorpresa que el tema de la violencia preocupaba más a los infantes que la propia salud o sus derechos.
Aseguró que los niveles de violencia infantil, si son altos en Asia y África, en América Latina lo son más, y cita entre sus hallazgos cifras monstruosas como la de que en Latinoamérica se produce el 33% de la violencia mundial, siendo a penas el 9% de la población global.
“Esa violencia afecta directamente a la niñez”, dijo convencido Segura, que entiende no solo trata de maltrato directo, sino de la violencia en todas sus formas.
El autor considera que los niños y niñas sufren una violencia que es estructural, como la pobreza y la desigualdad, pero también la violencia cultural, como la discriminación.
Expresó que ante tal escenario quedó planteado el elegir entre pronunciarse en contra de la violencia o hacer una propuesta concreta, y ahí es donde surge dar los pasos para estructurar la publicación, la cual tardó 3 años en materializarse.
“Nuestra propuesta es que a la violencia se le ataque con formas de relación distinta, con formas de educación, y entonces la ternura es una alternativa a la violencia que se presenta en la crianza”, puntualizó Harold Segura.
Aclaró que “ternura” no es solamente el abrazo o el afecto, aunque lo incluye; el concepto es más amplio y abarca políticas que tocan la estructura social y hasta espiritual, con un toque inclusivo y de respeto.
“Por muchos años hemos asociado violencia con educación desde el hogar y las escuelas. Gracias a las políticas públicas eso ha menguado, pero en la mentalidad sigue latente, y es ahí donde tenemos una revolución pendiente”, destacó el autor colombiano.
Sobre el libro. Teólogos, educadores, psicólogos, pediatras, sacerdotes y expertos en la niñez se unen en esta obra para provocar ésta revolución, dando respuesta a los más pequeños que claman por justicia y solidaridad. El libro tiene 368 páginas y en la primera parte, junto a Segura están Clara Martínez, Boris Tobar y Mónica Ramírez, que muestran que la interrupción de la violencia comienza con la sanidad del corazón. Luego Viviana Machuca, Ofelia Ortega y Francisco Mena exploran la dimensión educativa y formativa de la ternura. En la tercera parte, Dan González, Manfred Grellert y Anna Grellert tratan la acción transformadora y profética de la ternura como revolución y nueva cultura.
Mientras que el cierre es del sacerdote Alejandro Cussiánovich quien presenta la pedagogía de la ternura como la revolución que debe ser encarnada.
El libro pronto estará a la venta en el país.