Bogotá. EFE. Varios gobiernos latinoamericanos afirmaron ayer que la solidez económica de sus países es una ganancia ante el agravamiento de la crisis en EE.UU. y Europa, pero también reconocieron que nadie está totalmente a salvo en el mundo global.
Somos conscientes de que no somos inmunes, que no vivimos en una isla, pero sabemos que Brasil tiene fuerza suficiente, dijo la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, en un lunes negro de las bolsas, incluidas las latinoamericanas, como reacción a la reducción de la nota de la deuda soberana de EE.UU. por parte de la agencia Standard & Poor’s.
Rousseff coincidió con Ernesto Cordero, secretario de Hacienda de México, en criticar la decisión anunciada por S&P el pasado viernes, de quitar la calificación AAA a EE.UU.
Cordero, por su parte, afirmó que la degradación de la nota de la deuda de EE.UU. revela un problema muy serio de Estados Unidos.