Latinoamérica, UE y ACP suman a desacuerdos el pulso sobre banano

Latinoamérica, UE y ACP suman a desacuerdos el pulso sobre banano

Hong Kong (EFE).- Los países de Latinoamérica, la UE y los del grupo ACP (Africa, Caribe y Pacífico) sumaron ayer a los desacuerdos dentro de la reunión de la Organización Mundial del Comercio (OMC), el enfrentamiento que mantienen debido al nuevo régimen de importación de banano al mercado europeo.

Honduras, en un intento de hacer notar las reivindicaciones “de un país pequeño”, destacaron a EFE fuentes diplomáticas, promovió un debate en el que salieron a relucir las persistentes e históricas discrepancias que hay entre los países interesados en vender plátanos al mercado europeo.

Los 149 países de la OMC, que ven como avanzan las negociaciones sin ser capaces de llegar a puntos comunes para garantizar el éxito de la reunión ministerial de esta semana en Hong Kong, añaden a la lista de desencuentros la discusión de hoy sobre el banano, asunto con el que Honduras presionará esta semana.

El ministro de Agricultura hondureño, Mariano Jiménez, propuso a la OMC que rechace el arancel de 176 euros por tonelada, que la UE aplicará el 1 de enero de 2006 a la importación bananera de los países de Latinoamérica con el estatus de más favorecidas.

Este arancel entra en vigor, porque se pone en marcha el nuevo régimen “tariff only”, por el que se suprimen las cuotas y licencias actuales que limitan la entrada de esa fruta latinoamericana.

Expresaron también su rechazo a este nuevo gravamen, entre otros, los ministros de Ecuador, Colombia, Nicaragua y de Brasil durante la reunión de la OMC.

Sin embargo, dentro de la dinámica de la OMC, para que una propuesta salga adelante hace falta un consenso que no encontraron los latinoamericanos ni en la UE ni en otro bloque, los ACP, quienes por el contrario quieren que los aranceles a Latinoamérica sean lo más altos posibles, porque sus plátanos tienen ventajas para acceder al mercado europeo.

La comisaria europea de Agricultura, Mariann Fischer Boel, dijo que el arancel es “equilibrado” para todos, si bien se mostró abierta a negociar con Latinoamérica en 2006 y a vigilar que los exportadores de esos países tienen el mismo acceso al mercado.

Los países de Africa, Caribe y Pacífico (ACP), como por ejemplo los de Belice o Camerún, dijeron que ya es demasiado “radical” el nuevo régimen de importación que aplicará la UE desde el 1 de enero, porque el arancel es muy bajo.

Los ACP, que pertenecen al G-90 (los menos desarrollados de la OMC), pelean en la reunión de Hong Kong por mantener sus ventajas actuales, que benefician a sus envíos de azúcar y plátano. Además, la UE concederá 775.000 toneladas de banano a los ACP, para que las vendan al mercado comunitario sin pagar arancel.

Dentro de la complicada situación para la UE -a la que Brasil, EEUU y otros socios acusan de no ceder más en agricultura-, las preferencias actuales que otorga a los ACP es un argumento socorrido para los negociadores comunitarios, cuando intentan frenar la liberalización y justificar sus políticas.

Las negociaciones de la OMC esta semana en Hong Kong, para impulsar la Ronda de Doha con el fin de liberalizar del comercio mundial, son a dos bandas: por un lado el debate político entre los ministros y por otro, grupos de trabajo y sesiones técnicas para tratar de desbloquear esta difícil negociación.

Dentro de la primera sesión específica sobre agricultura, los socios constataron que es necesario centrarse en productos que beneficien a los países en desarrollo, tales como en el algodón o los frutos tropicales.

Argentina, Uruguay y Costa Rica piden avances en este ámbito, según fuentes diplomáticas.

El debate está sobre la fecha para terminar las ayudas a la exportación: mientras que la UE no quiere fijarla hasta que se cierre toda la negociación, EEUU y Brasil hablan de 2010.

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