NUEVA YORK (AFP).- Los presidentes latinoamericanos que intervinieron en el segmento de financiación al desarrollo que abrió formalmente la Cumbre Mundial de la ONU este miércoles pidieron objetivos más ambiciosos en la lucha contra la pobreza y la desigualdad.

El presidente mexicano Vicente Fox defendió que se establezcan nuevos objetivos de desarrollo teniendo en cuenta que su país ha sido un alumno aventajado en este tema.

«México ha avanzado satisfactoriamente en el cumplimiento de las Metas del Milenio» explicó.

«Para hacer que las Metas del Milenio sigan cumpliendo con sus propósito, quiero proponer a este Pleno que los países con un nivel de desarrollo similar al de México puedan plantear nuevas metas que sean relevantes para su realidad».

«Por ejemplo es posible ir más allá en la reducción de la pobreza, es posible ser más ambicioso en garantizar la equidad de género y es posible apuntar a mayores logros en educación y salud», afirmó.

Su par chileno Ricardo Lagos instó a los países ricos a que cumplan la promesa de dedicar el 0,7% de su Producto Interior Bruto a financiar el desarrollo.

«Hay una necesidad urgente del serio cumplimiento del compromiso del 0,7%», dijo Lagos en un debate sobre financiación del desarrollo que abrió la Cumbre.

«Ahora no hay tiempo para excusas. Es el momento de que los países desarrollados hagan su trabajo. Del mismo modo, los países más pobres tienen que hacer el suyo: demostrar que los recursos fueron bien empleados y que se logran progresos», agregó.

Las palabras de Lagos llegan un día después de que se lograse un acuerdo sobre la declaración final de la cumbre que precisamente omite la cuestión del 0,7%, en lo que se ha interpretado como uno de los sacrificios requeridos para alcanzar el consenso.

Por su parte, el presidente barsileño Luiz Inacio Lula da Silva anunció que propondrá a la Asamblea General un acuerdo para reducir el coste de las remesas que los inmigrantes envían a sus países de origen.

«Estamos poniendo sobre la mesa un proyecto de acuerdo en la Asamblea General para reducir el coste de las remesas internacionales de los trabajadores», dijo Lula desde la tribuna de la ONU.

«Queremos que el dinero llegue a los destinatarios intacto. Eso ayudará a generar ingresos y trabajos para las familias de los inmigrantes», agregó Lula sin dar más detalles de la propuesta.

Lula tuvo además palabras duras hacia las medidas proteccionistas de los países ricos.

«Los subsidios económicos ultrajantes dados cada año a los granjeros de los países industrializados son seis veces más importantes que los 50.000 millones de dólares adicionales requeridos anualmente por los Objetivos de Desarrollo del Milenio».

El jefe de Estado peruano, Alejandro Toledo, sugirió que la comunidad internacional debe ser «creativa y desarrollar nuevos mecanismos financieros que nos permitan alcanzar los objetivos de desarrollo con igualdad».

Finalmente, el canciller argentino Rafael Bielsa, hablando en nombre del Grupo de Rio, criticó «el papel específico que los organismos multilaterales de crédito han jugado en las posibilidades de desarrollo» de los países a los que assistieron.

Bielsa mencionó «específicamente al FMI», algo que consideró «necesario, ya que irresponsablemente ha propiciado y presionado para que los países menos desarrollados llevaran adelante políticas que, lejos de mejorar sus situaciones económicas y sociales, los sumieron en una miseria mayor de la que partieron».