Latinoamericanos ven débil su
democracia frente al mercado

Latinoamericanos ven débil su<BR>democracia frente al mercado

SANTIAGO DE CHILE,  (EFE).- A pesar de cuatro años de sólido crecimiento económico y bajos índices de inflación en muchos países, los latinoamericanos siguen quejándose de sus democracias y piden más Estado que mercado, según un estudio difundido ayer en Santiago.

El informe “Latinobarómetro 2007” señala que el apoyo a la democracia en América Latina muestra una caída de cuatro puntos, de un 58% en 2006 a un 54% en 2007, lo que no se ajusta a la creencia de que la ola de elecciones y la bonanza económica producirían más apoyo a ese sistema de gobierno, sostiene el documento.

La muestra que abarcó este año 20.212 entrevistas en 18 países de la región, realizadas entre el 7 de septiembre y el 9 de octubre, consigna que el apoyo a la democracia aumentó solo en cinco países- Ecuador, Costa Rica, Panamá, Nicaragua y Bolivia .

La lista de las naciones con mayor adhesión a la democracia la encabeza Costa Rica con un 83 por ciento y le siguen Uruguay (75%), Bolivia y Venezuela (67%) y Ecuador (65%).

En el lado opuesto se sitúan Guatemala (32%), Paraguay (33%), Honduras y El Salvador, ambos con un 38% de apoyo a la democracia.

“En esta década los latinoamericanos se han vuelto más defensores de sus derechos, más educados, más auto expresivos, más ricos y, por ende, menos satisfechos con los frutos del desarrollo y del crecimiento”, dijo la directora de Latinobarómetro, Marta Lagos, al presentar el informe.

La analista agregó que a medida que pasa el tiempo, “las expectativas crecen y las respuestas no son nunca suficientes para cumplirlas. Lo que era suficiente ayer, no lo es hoy”, subrayó.

“Después de cuatro años de crecimiento, la gente quiere ver que su trozo de torta es más grande”, recalcó.

En Chile el apoyo a la democracia bajó 10 puntos, del 56 al 46% entre 2006 y 2007 y aumentó la cantidad de personas a favor del autoritarismo, desde un 13 a un 21%, lo que Marta Lagos atribuyó a la polarización política existente, a la mala distribución del ingreso y la ausencia de movilidad social.

“En Chile tu destino sigue dependiendo principalmente del lugar donde naces”, aseveró.

El informe también detectó que pese a la sensación de mayor crecimiento y bienestar en la región, subsisten y se acrecientan las dudas sobre las bondades de la economía de mercado y hay un aumento de la demanda por más Estado.

Así, las cifras muestran una caída de siete puntos en las opiniones a favor de la afirmación de que “la economía de mercado es lo mejor para el país”, al comparar el año 2007 con el 2002.

En Chile la aprobación a este modelo es del 46 por ciento, en Colombia 74%, Brasil 58% , México 69% , Argentina 39% y Guatemala 34%. Respecto a la frase “la economía de mercado es el único sistema para ser desarrollado”, también hay un descenso regional de 17 puntos, desde un 63 a un 47% entre 2002 y 2007.

En paralelo, los latinoamericanos siguen creyendo en la importancia de la empresa privada y aumentó el porcentaje de quienes consideran que las privatizaciones han sido beneficiosas para sus países.

Pero, al mismo tiempo, se elevó el número de personas que sostiene que el Estado puede resolver todos los problemas; las cifras revelan que entre 2005 y 2007, los partidarios de un mayor rol para el Estado subieron del 29 al 39 por ciento.

Al analizar el fenómeno, el informe deduce que es probable que este cambio es producto de que los latinoamericanos perciben que el fruto del progreso económico no llega a todos, y que es la mano del Estado la que hace mejor la función de extender el desarrollo a los ciudadanos.

“Hay desilusión respecto de la economía de mercado, pero más que socialismo, se requiere una justa distribución del ingreso y que el Estado brinde mayor protección social”, señala el documento, que agrega que no comparten esta desilusión por el mercado ni México ni Brasil, las economías más grandes de la región.

El crecimiento no trae complacencia, sino frustración”, recalcó Marta Lagos y añadió que Latinoamérica, pese a los avances en la reducción de la pobreza y la indigencia, sigue siendo una de las regiones del mundo con mayor desigualdad.

Evaluación de los líderes de AL

Recalcó que la encuesta no muestra un deseo de cambios en el sistema económico que mayoritariamente se aplica en la región, sino que se espera un Estado más protector. En otro plano, en lo que se refiere a la evaluación de los líderes, en una escala del 1 al 10, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, encabeza la lista con un 5,7, seguido por la chilena Michelle Bachelet (5,5), el colombiano Álvaro Uribe (5,2), el ecuatoriano Rafael Correa (5,1) y el boliviano Evo Morales (5).

En los    últimos lugares están los mandatarios de Estados Unidos, George Bush; de Perú, Alan García, y de Venezuela, Hugo Chávez, con un 4,5, y cierra la lista el líder cubano Fidel Castro con sólo 4,3.

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