Latinos en el Salón de la Fama de Cooperstown

Latinos en el Salón de la Fama de Cooperstown

Roberto Clemente..
Para muchos el mejor jardinero derecho que ha jugado en Grandes Ligas, Clemente es también señalado como el modelo del jugador perfecto, dentro y fuera del terreno.

Clemente (1934-1972) bateó .300 o más en 13 de 18 temporadas (todas con los Piratas de Pittsburg), ganó cuatro coronas de bateo, acumuló 3,000 hits y promedio de .317 en su carrera. Entre sus batazos figuran 240 jonrones, 166 triples y 440 dobles. Como defensor fue excepcional, ganando 12 Guantes de Oro, récord para jardineros).

«El Unico» murió trágicamente en un accidente aéreo el 31 de diciembre de 1972 cuando viajaba de Puerto Rico a Nicaragua para llevar ayuda humanitaria al país centroamericano que había sido afectado por un terremoto.

Tany Pérez
El 1B cubano jugó por 23 temporadas con Cincinnati, Montreal, Boston y Filadelfia, pero es por sus años con la «Gran Maquinaria Roja» de Cincinnati que dejó grabado su nombre en la historia de las Grandes Ligas.
Pérez, quien bateó .279 y descargó 379 jonrones, aún mantiene algunas de las mejores marcas para peloteros hispanos en la Gran Carpa.
Bateó .318 y remolcó 11 carreras en cinco asistencias a la Serie Mundial. Fue exaltado en el 2000.

Orlando Cepeda.
Baby Bull» Cepeda fue uno de los grandes bateadores de la Liga Nacional entre 1958 y 1975, mayormente con San Francisco y San Luis.
El 1B y BD puertorriqueño conectó 379 jonrones, empujó 1,365 carreras y bateó un respetable .297. Cepeda tuvo cinco temporadas de 30 o más jonrones e igual cantidad de oportunidades con más de 100 carreras impulsadas. Cepeda fue Novato del Año en 1958 y Jugador Más Valioso en 1967, en la Liga Nacional, la que representó siete veces en el Juego de Estrellas. Fue escogido a Cooperstown en 1999.

Iván Rodríguez
Pudge» Rodríguez fue uno de los mejores receptores de todos los tiempos, durante 21 temporadas con Rangers de Texas, Marlins de Miami, Tigres de Detroit, Astros de Houston, Yankees de Nueva York y Nacionales de Washington. El boricua fue 14 veces Todos Estrellas, ganó 13 Guantes de Oro y bateó .296 con 311 cuadrangulares.

Pedro Martínez
Martínez, quien jugó en Grandes Ligas por 18 temporadas, entre 1992 y 2009– con Dodgers de Los Angeles, Expos de Montreal, Medias Rojas de Boston, Mets de Nueva York y Filis de Filadelfia, ganó tres veces el Premio Cy Young (1997, 1999-2000) y quedó entre los primeros cuatro en otras cuatro ocasiones: 1998 (2do.), 2002 (2do.), 2003 (3ro.) y 2004 (4to.).
En su carrera tuvo marca general de 219-100, efectividad de 2.93, 3,154 ponches, 2,827 entradas, 46 juegos completos y 17 blanqueadas. Dos veces ganó 20 encuentros conquistó cinto títulos de efectividad y tres de ponches. Superó los 300 abanicados en un par de ocasiones. El ocho veces Todos Estrellas puso algunos de los números de dominio más extraordinarios de la historia en una era claramente dominada por los bateadores, de allí su apodo como «Pedro El Grande».

Roberto Alomar
Alomar, quien ganó 10 Guantes de Oro — la mayor cantidad para jugadores de su posición — y bateó promedio de .300 con 2.724 hits, 474 robos, 1.508 carreras anotadas y 1.134 empujadas, fue convocado 12 veces al Juego de Estrellas, obtuvo cuatro Bates de Plata y en 1992-93 ayudó a que Toronto ganara sus únicos dos trofeos de la Serie Mundial.
Durante la mayor parte de sus 17 temporadas (con San Diego, Toronto, Baltimore, Cleveland, Mets de Nueva York, Arizona y Medias Blancas de Chicago) Alomar fue jugador estelar, al punto de que sorprendió a muchos cuando anunció su retiro antes de la temporada del 2005, con 36 años recién cumplidos.

Rod Carew
El panameño fue un artista del bateo en su carrera con Minnesota y California entre 1967 y 1985.
De 1969 al 1983, tuvo 15 años consecutivos bateando .300 o más, y en cinco ocasiones terminó la temporada con promedio por encima de .350, incluyendo .388 en 1977. Ganó cuatro títulos de bateo de la Liga Americana en forma consecutiva entre 1972 y 1975, y en total siete veces durante su carrera.
En 1977 no solamente ganó la corona de bateo, sino que además fue seleccionado Jugador Más Valioso, al agregar 14 jonrones, 16 triples, 100 carreras impulsadas y 20 robos. Carew bateó .328, con 3,053 hits, 112 triples, 1,015 empujadas y 353 robos. Fue elevado a Cooperstown en 1991.

Luis Aparecio
Aparicio no solamente fue uno de los primeros estelares hispanos en las Grandes Ligas, sino además uno de los grandes torpederos de la historia y el único venezolano instalado en Cooperstown.
En 18 temporadas con Medias Blancas de Chicago, Baltimore y Boston bateó .262, ganó nueve Guantes de Oro, acudió a 10 ediciones del Juego de Estrellas y fue el Novato del Año de la Liga Americana en 1956. Aparicio conectó 2,677 hits, robó 506 bases y anotó 1,330 carreras en 2,601 partidos. En 1957 fue segundo en las votaciones para el Jugador Más Valioso a pesar de que apenas bateó .257. Ese año ganó el cuarto de sus nueve títulos de robos seguidos y conquistó su segundo Guante de Oro.

Juan Marichal
El «Dandy» dominicano fue uno de los mejores lanzadores de Grandes Ligas en la era dorada del pitcheo, entre las décadas de los sesenta y setenta.
Marichal tuvo marca de 243-142 y efectividad de 2.89 en 16 temporadas, principalmente con los Gigantes de San Francisco. En seis ocasiones ganó más de 20 juegos y completó 244 de sus aperturas.
El derecho trabajó 3,507 entradas y tuvo ocho temporadas de más de 260 episodios, incluyendo cinco con más de 290. Marichal fue seleccionado nueve veces al Juego de Estrellas y fue el Jugador Más Valioso de la edición de 1965.

Vladimir Guerrero
Vladimir Guerrero (nacido el 9 de febrero de 1975 en Don Gregorio) es un jardinero derecho dominicano retirado de Grandes Ligas. En 2004, fue elegido como el MVP de la Liga Americana. Ayudó a los Angelinos a llegar a cinco campeonatos en el Oeste de la Liga Americana (2004, 2005, 2007, 2008, 2009), y fue votado como uno de los bateadores más temidos del béisbol en una encuesta de 2008 hecha por los 30 mánagers de las Grandes Ligas.

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